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BIOLOGIA CRIMINAL - Coggle Diagram
BIOLOGIA CRIMINAL
Estudia la relación entre la biología y el comportamiento criminal
William Sheldon (1898-1977)
En los años 40 y 50, desarrolló la teoría de los tres tipos corporales (endomorfo, mesomorfo y ectomorfo) y su relación con el comportamiento delictivo.
Sheldon sugirió que los mesomorfos tenían una constitución física muscular y atlética eran más propensos a tener personalidades agresivas y dominantes, lo que los hacía más susceptibles a involucrarse en comportamientos delictivos.
El ectomorfo se caracteriza por ser delgado y frágil, eran más introvertidos y emocionalmente inestables, lo que los hacía menos propensos a la delincuencia en comparación con los mesomorfos
El endomorfo se caracteriza por tener una constitución física suave y redondeada, con mayor cantidad de grasa corporal. eran más propensos a tener personalidades relajadas y eran menos propensos a la delincuencia.
Psicólogo y criminólogo conocido por su trabajo en el campo de la tipología del cuerpo
Hans Eysenck (1916-1997)
Psicólogo británico conocido por su investigación sobre la personalidad y la criminalidad
En los años 70, propuso una teoría que relacionaba la personalidad antisocial con factores genéticos y biológicos, destacando la importancia de los rasgos de psicoticismo y extraversión.
Eysenck propuso que ciertos rasgos de la personalidad, como el psicoticismo y la extraversión, tienen bases biológicas y están influenciados por factores genéticos
El psicoticismo se refiere a características como la agresividad, la impulsividad y la falta de empatía
Extraversión se refiere a la sociabilidad, el nivel de energía y el gusto por la estimulación externa
Cesare Lombroso (1835-1909)
Padre de la criminología y uno de los primeros en proponer la relación entre biología y criminalidad.
Lombroso postuló que ciertos rasgos físicos y anatómicos, como la forma de la cabeza, las orejas o el cráneo, así como peculiaridades psicológicas, eran indicadores de una propensión innata hacia la criminalidad.
Su obra más conocida es "El hombre delincuente" (1876), donde propuso su teoría del delincuente nato basada en características físicas y psicológicas.
Adrian Raine (1957-presente)
Estudios utilizando técnicas de imagen cerebral para examinar las diferencias en la estructura y función cerebral entre delincuentes y no delincuentes.
Ha estudiado como ciertas áreas del cerebro, como la corteza prefrontal y la amígdala, pueden estar relacionadas con la toma de decisiones, la empatía y la regulación emocional, y cómo las diferencias en estas áreas pueden contribuir a comportamientos delictivos.
La amígdala también se encuentra vinculada a la agresividad. Los estudios realizados hasta el momento indican que un mal funcionamiento de ésta puede provocar la pérdida de reacciones de agresividad y autodefensa, mientras que una hiperestimulación del complejo amigdalino provoca reacciones extremadamente agresivas y violentas.
El estudio de la psicopatía y la relación entre la estructura cerebral y el comportamiento antisocial
Neurocriminólogo conocido por sus investigaciones sobre la neurobiología y la psicopatía
Mediante el uso de técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética, Raine ha identificado diferencias estructurales en el cerebro de individuos con psicopatía y comportamiento antisocial. En particular, ha observado reducciones en la corteza prefrontal, que está involucrada en la toma de decisiones, la regulación emocional y la empatía.
David Farrington (1944-presente)
Criminólogo británico investigación longitudinal sobre la delincuencia y los factores de riesgo.
Criminólogo británico ha abordado la influencia de factores biológicos, como la genética y la neurocognición, en la aparición del comportamiento delictivo.
Factores genéticos pueden estar relacionados con la predisposición hacia la delincuencia y cómo pueden interactuar con factores ambientales para influir en el desarrollo del comportamiento delictivo.
Heredabilidad: ciertos rasgos o características genéticas pueden transmitirse de generación en generación y contribuir a un mayor riesgo de comportamiento delictivo.
Genes asociados con la regulación emocional y la capacidad para controlar los impulsos, como los genes implicados en la producción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Las variaciones en estos genes pueden estar asociadas con una mayor vulnerabilidad a comportamientos impulsivos y agresivos
Factores ambientales como la crianza, la exposición a la violencia o la falta de apoyo social pueden influir en cómo se expresan los factores genéticos relacionados con la delincuencia.
La mportancia de los procesos neurocognitivos, como el funcionamiento del cerebro y las habilidades cognitivas, en la comprensión de la conducta delictiva.