Cien años después, un príncipe, atraído por la leyenda de la bella durmiente, llegó al castillo cubierto de espinas. Atravesó el bosque encantado y llegó a donde estaba la princesa dormida. La besó con amor verdadero. Al instante, el hechizo se rompió, y la princesa despertó junto con todo el reino.
El príncipe y la princesa se casaron, y vivieron felices para siempre.