Supongamos que, al analizar los datos de compra, se descubre que muchos clientes que compran pan también compran mermelada en la misma visita. Esta relación frecuente se convierte en una regla de asociación, como "Si un cliente compra pan, es probable que también compre mermelada". Basándose en esta regla, el supermercado puede tomar acciones, como colocar los productos de pan y mermelada cerca uno del otro para fomentar compras adicionales.
Además, el análisis de los datos de compras puede ayudar a crear perfiles de clientes y segmentos de mercado. Por ejemplo, al identificar a los clientes que compran regularmente productos orgánicos, el supermercado puede personalizar sus promociones y ofertas para satisfacer las necesidades de ese segmento.