Los animales poseen capacidades cognitivas y emocionales similares a los seres humanos, como la memoria, el razonamiento, el aprendizaje, los sentimientos y ciertas formas de carácter. Pueden recordar, aprender de experiencias pasadas y tomar decisiones basadas en la información disponible. También experimentan emociones básicas como el miedo, la alegría, la tristeza y el afecto. Algunos animales muestran comportamientos que reflejan estados emocionales similares a los humanos y también exhiben tendencias individuales consistentes en su comportamiento. Además, se observan formas de compañerismo en varias especies, donde se establecen vínculos sociales y se manifiestan comportamientos de cooperación y cuidado mutuo. Sin embargo, es importante reconocer las diferencias entre especies y evitar atribuirles características humanas de manera simplista.