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Diabetes mellitus y el síndrome metabólico - Coggle Diagram
Diabetes mellitus y el síndrome metabólico
Diabetes mellitus tipo 2 y sindrome metabólico
La Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) es la forma más común de diabetes, caracterizada por hiperglucemia y deficiencia relativa de insulina.
La DM2 se asocia con resistencia a la insulina, alteración en la secreción de insulina y aumento de la producción de glucosa por el hígado.
A diferencia de la DM1, las personas con DM2 pueden tener concentraciones altas, normales o bajas de insulina.
La resistencia a la insulina es la característica principal de la DM2 y está influenciada por factores genéticos y obesidad.
El síndrome metabólico se asocia con la DM2 e incluye resistencia a la insulina, obesidad, dislipidemia, hipertensión y disfunción endotelial.
La obesidad, especialmente la central, aumenta el riesgo de DM2 y síndrome metabólico.
La resistencia a la insulina en la DM2 contribuye a la inflamación crónica y disfunción vascular.
La DM2 implica una disfunción en las vías de señalización celular de la insulina, lo que lleva a la degradación de lípidos y alteraciones metabólicas.
Diabetes gestacional
La diabetes gestacional (DMG) se refiere a cualquier forma de intolerancia a la glucosa que comienza durante el embarazo, especialmente en los trimestres segundo y tercero.
Es fundamental realizar un diagnóstico preciso y un tratamiento médico adecuado debido al mayor riesgo que enfrentan las mujeres con DMG de experimentar complicaciones durante el embarazo, así como de tener mayores tasas de mortalidad y anomalías en el feto.
Entre las posibles complicaciones asociadas a la DMG se encuentran un mayor tamaño del feto (macrosomía), niveles bajos de glucosa en sangre (hipoglucemia), bajos niveles de calcio en sangre (hipocalcemia), aumento anormal de glóbulos rojos (policitemia) e incremento de bilirrubina en sangre (hiperbilirrubinemia).
Las mujeres con DMG tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (DM2) en el futuro, por lo que se recomienda un seguimiento posterior al parto para detectar de manera temprana la posible aparición de DM2.
Diabetes debida a otras causas
Existen tipos específicos de diabetes que están relacionados con otras condiciones y síndromes. Estos casos representan un pequeño porcentaje del total de casos de diabetes.
La diabetes puede estar asociada con enfermedades pancreáticas, resección del tejido pancreático o trastornos endocrinos como acromegalia, síndrome de Cushing o feocromocitoma.
Las alteraciones endocrinas que causan hiperglucemia lo hacen al aumentar la producción hepática de glucosa o al reducir la utilización de glucosa por las células.
Algunos tipos específicos de diabetes están relacionados con defectos genéticos en las células beta pancreáticas, que son responsables de la producción de insulina.
Otras causas de este tipo de diabetes pueden incluir defectos genéticos en la función de las células beta o efectos secundarios de tratamientos farmacológicos o químicos.
Manifestaciones clínicas de la diabetes mellitus
Los síntomas más comunes de la diabetes son conocidos como las tres "polis": poliuria , polidipsia y polifagia. Estos síntomas están estrechamente relacionados con la hiperglucemia y la glucosuria.
La pérdida de peso es común en personas con DM1 no controlada debido a la diuresis osmótica y la utilización de reservas de grasa y proteínas para obtener energía. Sin embargo, en la DM2, muchas personas son obesas y algunas pueden experimentar pérdida de peso inexplicada debido a la resistencia celular a la insulina.
Otros signos y síntomas de hiperglucemia incluyen visión borrosa, fatiga e infecciones cutáneas persistentes. Estos síntomas suelen llevar a las personas con DM2 a buscar tratamiento médico.
La hiperglucemia y la presencia de glucosa en la orina favorecen el crecimiento de levaduras, lo que puede causar infecciones por Candida, que son comunes en mujeres con diabetes.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento de la diabetes es normalizar los niveles de glucosa en sangre para prevenir complicaciones a corto y largo plazo.
El tratamiento incluye nutrición adecuada, ejercicio y medicamentos antidiabéticos.
En la diabetes tipo 1, se requiere insulina desde el diagnóstico.
En la diabetes tipo 2, cambios en el estilo de vida como la alimentación y la pérdida de peso pueden ser suficientes para controlar la glucosa en sangre.
Es importante mantener un seguimiento médico, ya que la resistencia a la insulina puede persistir o empeorar en la diabetes tipo 2, y se pueden recetar medicamentos adicionales.
En casos complejos, el trasplante de páncreas puede considerarse como opción de tratamiento.