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ALTERACIONES DE LA FUNCIÓN DE LA CORTEZA SUPRARRENAL - Coggle Diagram
ALTERACIONES DE LA FUNCIÓN DE LA CORTEZA SUPRARRENAL
Control de la función de la corteza
suprarrenal
Las glándulas suprarrenales son pequeñas estructuras bilaterales ubicadas sobre el ápice de cada riñón.
La médula suprarrenal secreta adrenalina y noradrenalina, y forma parte del sistema nervioso simpático.
La corteza suprarrenal constituye la mayor parte de la glándula y secreta tres tipos de hormonas: glucocorticoides, mineralocorticoides y andrógenos
La función medular suprarrenal no es esencial para la vida, pero la función de la corteza suprarrenal es vital.
La pérdida total de la función de la corteza suprarrenal puede ser mortal en pocos días o semanas sin tratamiento.
El texto describe el proceso de síntesis y función de las hormonas de la corteza suprarrenal, así como los efectos de su insuficiencia y exceso.
Biosíntesis, transporte y metabolismo
La corteza suprarrenal produce más de 30 hormonas, siendo la aldosterona, el cortisol y los andrógenos los más relevantes.
Todas las hormonas de la corteza suprarrenal tienen una estructura esteroide y se sintetizan a partir de acetato y colesterol.
Cada hormona requiere una enzima específica para su síntesis, y la secreción de glucocorticoides y andrógenos está controlada por la ACTH
El cortisol, la aldosterona y los andrógenos se unen a proteínas plasmáticas para ser transportados en el sistema circulatorio.
El cortisol se une principalmente a la globulina de unión a corticosteroides, mientras que la aldosterona y los andrógenos se unen a la albúmina.
El metabolismo de las hormonas suprarrenales ocurre principalmente en el hígado, donde sufren conversiones metabólicas antes de ser conjugadas y volverse hidrosolubles.
Andrógenos suprarrenales
Los andrógenos suprarrenales, principalmente la dehidroepiandrosterona (DHEA) y su sulfato (DHEAS), se sintetizan en las zonas reticular y fascicular de la corteza suprarrenal.
Estos andrógenos tienen un efecto poco significativo en la función sexual normal, pero contribuyen al crecimiento del vello corporal durante la pubertad, especialmente en el pubis y las axilas de las mujeres.
Los andrógenos suprarrenales también pueden desempeñar un papel importante en la regulación de las hormonas esteroides durante el embarazo y en la unidad fetoplacentaria.
El DHEAS se utiliza cada vez más en el tratamiento de la enfermedad de Addison y en adultos con deficiencia de este sulfato
En mujeres con enfermedad de Addison, los andrógenos suprarrenales son fisiológicamente importantes y se considera el tratamiento de reemplazo diario para compensar el déficit de DHEAS.
No hay justificación para el uso de andrógenos suprarrenales en hombres, ya que los testículos producen estas hormonas.
Las concentraciones de DHEA y otras hormonas suprarrenales tienden a disminuir con la edad, lo cual se conoce como "adrenopausia".
Aunque el valor del tratamiento de reemplazo de DHEAS en la adrenopausia no está completamente probado, se ha sugerido que las concentraciones de DHEAS pueden ser un marcador del envejecimiento y pueden tener un papel en la prevención de problemas específicos asociados con la edad, como los relacionados con los sistemas cardiovascular, inmunológico y endocrino.
Mineralocorticoides
Los mineralocorticoides desempeñan un papel esencial en la regulación de las concentraciones de potasio, sodio y el equilibrio hídrico.
La zona glomerulosa de la corteza suprarrenal es responsable de la producción de mineralocorticoides, especialmente de la aldosterona.
La secreción de aldosterona está regulada por el mecanismo de renina-angiotensina y las concentraciones sanguíneas de potasio.
La aldosterona promueve la retención de sodio en los túbulos distales del riñón y aumenta la excreción de potasio a través de la orina.
La aldosterona es crucial para el equilibrio de sodio, cloruro y potasio, así como para el mantenimiento del volumen corporal total.
Aproximadamente el 90% de la función mineralocorticoide se atribuye a la aldosterona, a pesar de que la cortisona también tiene esta función.
Aunque la aldosterona es 3000 veces más potente en su actividad mineralocorticoide que el cortisol, la concentración de cortisol en el suero es casi 2000 veces mayor que la de aldosterona.
Es importante que el cuerpo mantenga un equilibrio adecuado de aldosterona, ya que tanto el exceso como la deficiencia de esta hormona pueden tener consecuencias graves.
La concentración alta de aldosterona puede causar bajos niveles de potasio y debilidad muscular.
La deficiencia de aldosterona puede resultar en un aumento de los niveles de potasio y toxicidad cardiaca.
Glucocorticoides
Los glucocorticoides, como el cortisol, se sintetizan en las zonas fascicular y reticular de la glándula suprarrenal, y su concentración en sangre está regulada por mecanismos de retroalimentación negativa en el eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal.
El cortisol desempeña una función necesaria en la respuesta al estrés y es esencial para la supervivencia, regulando las funciones metabólicas del cuerpo y controlando la respuesta inflamatoria.
El cortisol tiene efectos metabólicos, estimulando la producción de glucosa en el hígado, promoviendo la degradación de proteínas y la movilización de ácidos grasos para la producción de energía. Esto puede resultar en una resistencia moderada a la insulina y un aumento de las concentraciones de glucosa en sangre en personas con diabetes.
Los glucocorticoides pueden tener efectos psicológicos, estando implicados en el comportamiento emocional y regulando el comportamiento a través de receptores en el tejido cerebral.
El cortisol influye en la función inmunitaria y la respuesta inflamatoria. Se requieren dosis farmacológicas de cortisol sintético para lograr una acción antiinflamatoria eficaz, ya que el aumento del cortisol bloquea la inflamación en una fase temprana al disminuir la permeabilidad capilar y estabilizar las membranas lisosomales. También suprime la respuesta inmunitaria, reduce la fiebre y afecta la cicatrización al inhibir la actividad de los fibroblastos y la síntesis de prostaglandinas.
Supresión farmacológica de la función suprarrenal
La supresión farmacológica a largo plazo de los glucocorticoides puede llevar a la insuficiencia suprarrenal cuando se suspende el tratamiento.
Esto se debe a la supresión del sistema hipotalámico-hipofisario-suprarrenal (HHS) y puede resultar en atrofia de la glándula suprarrenal.
La suspensión abrupta de los medicamentos puede llevar a una insuficiencia suprarrenal aguda. El proceso de recuperación de la función suprarrenal normal puede ser prolongado, requiriendo 6-12 meses o más.
Pruebas de la función suprarrenal
Medición de las concentraciones sanguíneas de cortisol, aldosterona y ACTH mediante métodos de inmunoanálisis.
Cuantificación de los productos metabólicos finales de las hormonas suprarrenales en orina de 24 horas para detectar posibles alteraciones en la biosíntesis hormonal de la corteza suprarrenal.
Pruebas de cortisol libre en orina de 24 horas, concentraciones de cortisol en saliva y suero tomadas durante la noche (entre las 22:00 y 24:00 h) y la prueba de supresión de 1 mg de dexametasona durante la noche, que son métodos excelentes para detectar el síndrome de Cushing.