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El Avaro Acto 1 - Coggle Diagram

- - - - Elisa
        
        Dice que ha Sufrido el Arrebato de un padre, los reproches de la familia, las cencsuras del mundo.
        
        Elisa le pide a Valerio mantenerse entre la servidumbre
        
        Elisa Le sugiere a Valerio tener el apoyo de su hermano
        
        Prevenir que la sirvienta revele la relación secreta con Valerio
        
        Valerio indica que ambos tiene espíritus diferentes
        
        Es difícil tener la confianza de ambos
        
        Valerio pide a Elisa ser quien influya en su hermano
        
        Valeria no tiene fuerzas para hacerle la confesión
      - Valerio es el criado del padre de Elisa
        
        Valerio debe ser agradable para lograr el afecto del padre de Elisa
        
        Valerio espera tener noticias de sus padres
        
        Le hace saber a Elisa que su padre tiene una excesiva avaricia, y un modo austero de vivir con sus hijos
- - - - Le habla de un secreto a Elisa
        
        Se siente sometido por su padre, al no poder elegir con libertad
        
        Le pide a Elisa, no lo juzgue por sus sentimientos
        
        Se ha enamorado de una joven
        
        Mariana, quien vive con madre
        
        Su madre casi siempre enferma
        
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        Por la avarícia de su padre
        
        Cleanto se ve imposibilitado de ayudar económicamente a Mariana
        
        Le pide a Elisa sondear al padre sobre su amor por Mariana
        
        Si el padre no acepta
        
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    - - A diario el padre le da motivos para deplorar la muerte de su madre
- - - - Harpagón. Le dice a Flecha que se vaya y no replique
        
        Flecha dice, Nunca ha visto nada tan perverso como ese maldito viejo
        
        Flecha le dice que Cleanto le ha ordenado esperar
        
        Todo lo encierra y está de centinela día y noche
        
        Flecha le dice que da lo mismo si tiene o no el dinero
        
        Flecha, decide marcharse
        
        ¡Ah, cómo se merecía un hombre así lo que teme! ¡Y qué gozo tendría yo en
        robarle!
        
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        Harpagón, Le dice a Flecha que no permanezca en su casa
        
        Actúa como espía en espera de robar
        
        Le dice a Flecha, si es de esos hombres que corren el rumor que hay dinero en la casa
        
        Harpágón le da una bofetada a Flecha
        
        Le pregunta a Flecha si no se lleva nada
        
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- - - - En verdad, no es poco trabajo el de guardar en casa una gran suma de dinero
        
        bienaventurados aquellos que tienen su caudal bien colocado
        
        ¡y no conservan más que lo necesario
        para su gasto
        
        las cajas fuertes me resultan sospechosas, y no quiero nunca fiarme de ellas.
        
        Es un claro cebo para los ladrones, y es siempre lo primero que éstos van a atacar
- - - - (Creyéndose solo.) Sin embargo, no sé si habré hecho bien enterrando en mi jardín los diez mil escudos que me devolvieron ayer.
        
        ¿Hace mucho que estáis ahí?
        
        ¿Habéis oído?
        
        Lo que acabo de decir.
        
        Ya veo que habéis oído algunas palabras. Es que pensaba, en mi interior, lo difícil
        que es hoy día encontrar dinero, y decía que dichoso el que puede tener diez mil escudos en su casa
        
        Me satisface deciros esto, para que no vayáis a tomar las cosas al revés y a imaginaros
        que decía yo que tengo diez mil escudos.
        
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        Cleanto: Vacilábamos en abordaros, temiendo interrumpiros.
        
        Cleanto: No
        
        Cleanto: ¿El qué, padre mío?
        
        Elisa: Acabamos de llegar.
- - - - Harpagón, quedaré agradecido
        
        Si es necesario
        
        Mientras, Harpagón, Voy a dar una vuelta por la ciudad
        
        ¡Ah, qué buen mozo! Eso es hablar como un oráculo.
        
        ¡Dichoso aquel que puede
        tener un criado de este género!
      - Valerido sugiere, Es conveniente tirarle un poco la brida
        
        No se preocupe, conseguiré dominarla
        
        Valerio se dirige a Elisa
        
        Sí; el dinero es lo más
        preciado del mundo, y debéis dar gracias al Cielo por el digno padre que os ha concedido.
        
        Él sabe lo que es vivir. Cuando se ofrece uno a tomar a una joven sin dote, no se debe mirar más allá.
        
        Y sin dote equivale a belleza, juventud, alcurnia, honor, sapiencia y probidad.
- - - - ¡Bueno! ¡Eso es hablar bien!
        
        ¡Cómo! ¡Si eso me encanta y deseo que adquieras un influjo absoluto sobre ella! (A Elisa.)
        
        Sí; aunque intentes huir, le concedo la autoridad que el Cielo me da sobre ti y quiero que hagas todo cuanto él te diga.
    - - y si vuestro amor, bella Elisa, es capaz de tener entereza
        
        Sí; una hija tiene que obedecer a su padre. No debe mirar cómo está hecho un marido; y cuando la gran razón de sin dote coincide en ello, debe estar dispuesta a aceptar cuanto le den.
        
        Señor, os pido perdón si me acaloro un poco y tengo la osadía de hablarle así.
        
        (A Elisa.) Después de esto, ¡resistíos a mis amonestaciones!
- - - - Pero ¿y ese casamiento, Valerio?
        
        Mas ¿qué inventaremos, si ha de efectuarse esta noche?
        
        Pero descubrirán el engaño si llaman a los médicos
    - - Chocar de frente con su criterio sería
        el medio de echarlo todo a perder, y existen ciertos espíritus que sólo deben atacarse con rodeos
        
        Fingid que accedéis a lo que él quiere; conseguiréis mejor vuestro
        fin, y..
        
        . Ya buscaremos medios para desbaratarlo.
        
        O. Hay que solicitar un aplazamiento y fingir alguna enfermedad
        
        ¿Os chanceáis? ¿Es que los galenos saben algo? Vamos, vamos; con ellos podéis tener
        la dolencia que os plazca; encontrarán razones para deciros de qué proviene.
- - - - Ven aquí, Valerio. Te hemos elegido para que nos digas quién tiene razón, si mi hija o yo.
        
        . ¿Sabes de lo que hablamos?
        
        . Quiero esta noche darle por esposo un hombre tan rico como probo, y la pícara me
        dice en mis narices que no lo acepta. ¿Qué te parece?
        
        Cómo? El señol Anselmo es un partido notable
        
        Es un caballero notable, tierno, sentadom probo, muy rico. Que mejor podría ella encontrar?
        
        Es una ocasión que hay que coger por los pelos. Encuentro en esto unas ventajas que no encontraría por otra parte, y sin dote
        
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    - - Vos, señor, sin disputa.
        
        No. Mas no podéis equivocaros, y toda la razón será vuestra.
        
        . ¿Qué me parece?
        
        Digo que, en el fondo, soy de vuestro parecer, y es imposible que no tengáis razón.
        
        Mas ella podría deciros que es precipitar un poco las cosas y que sería
        necesario cierto tiempo, al menos, para ver si su inclinación puede avenirse con..
        
        Ésa es una razón absolutamente convincente; hay
        que inclinarse ante ello.
        
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- - - - estos donceles alfeñiques, que tienen el vigor de unas gallinas. Esto es lo que he
        resuelto, hija mía, por mi parte.
        
        . Respecto a tu hermano, le destino cierta viuda de la que han venido
        a hablarme esta mañana, y en cuanto a ti, te destino al señor Anselmo.
        
        Sí; un hombre maduro, cuerdo y prudente, que no tiene más de cincuenta años y
        cuyo caudal es muy alabado.
        
        Y yo, hijita mía querida, quiero que os caséis, si os place.
        
        Os pido perdón, hija mía
        
        Soy vuestro humildísimo servidor; pero (imitando a Elisa), os casaréis con él esta
        noche
        
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        Elisa: Soy la humildísima servidora del señor Anselmo; pero (haciendo otra reverencia), con
        vuestro permiso, no me casaré con él.
        
        Elisa:(Haciendo una reverencia.) No quiero casarme, padre mío, si os place.
        
        Elisa: (Haciendo una reverencia.) No quiero casarme, padre mío, si os place.
        
        Elisa:. ¿Al señor Anselmo?