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Alteraciones de la función gastrointestinal - Coggle Diagram
Alteraciones de la función gastrointestinal
Hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Aunque suele ser benigna, en casos raros puede ser grave.
Se transmite principalmente a través de la vía fecal-oral, por consumo de agua o alimentos contaminados.
Los niños y las personas que viajan al extranjero tienen mayor riesgo de contraerla.
Los niños pequeños suelen ser asintomáticos, mientras que los adultos presentan síntomas más pronunciados.
Manifestaciones clinicas: Los síntomas incluyen: fiebre, general, náuseas, dolor abdominal, orina oscura e ictericia.
Los síntomas duran alrededor de 2 meses.
A diferencia de otros tipos de hepatitis, la hepatitis A no causa enfermedad hepática crónica ni induce un estado de portador.
Marcadores séricos
Los anticuerpos contra el VHA (anti-VHA) se detectan tempranamente en la enfermedad y suelen persistir en el suero.
Los anticuerpos de tipo IgM aparecen durante la primera semana de la enfermedad y disminuyen gradualmente en un período de 3-4 meses.
Los anticuerpos IgG aparecen después del primer mes y pueden persistir de por vida, proporcionando inmunidad protectora a largo plazo contra la reinfección.
Los anticuerpos IgG aparecen después del primer mes y pueden persistir de por vida, proporcionando inmunidad protectora a largo plazo contra la reinfección.
Vacunación
Existe una vacuna disponible contra el virus de la hepatitis A.
La vacuna se utiliza para reemplazar la inmunoglobulina (Ig) en personas con alto riesgo de exposición al virus.
Los grupos de alto riesgo incluyen personas que viajan a regiones con alta prevalencia de infección por hepatitis A, niños en comunidades con altas tasas de infección, homosexuales activos, usuarios de drogas ilegales y personas con enfermedad hepática crónica.
La vacunación de personas con riesgo de transmitir la enfermedad, como aquellos que preparan alimentos, también puede tener beneficios para la salud pública.
La vacuna tiene pocos beneficios para prevenir la enfermedad en personas con exposición conocida al virus, por lo que se recomienda la utilización de IgG para ellos.
Hepatitis
B
La hepatitis B es causada por el virus de la hepatitis B (VHB), que puede producir hepatitis aguda y crónica, cirrosis e incluso la muerte.
A nivel mundial, hay millones de personas con infección crónica por VHB, y sigue siendo un desafío de salud pública.
El VHB se transmite principalmente a través de la sangre, el contacto sexual y la exposición a fluidos corporales infectados
Los lactantes nacidos de madres infectadas tienen un alto riesgo de infección crónica.
Se han identificado marcadores séricos, como el HBsAg, HBeAg y anticuerpos específicos, para seguir el curso de la enfermedad y evaluar la replicación viral.
Marcadores séricos
Los marcadores séricos, como HBsAg, HBeAg, anti-HBs, anti-HBe y anti-HBc, se utilizan para seguir el curso de la infección por VHB.
El HBsAg es detectable antes de la aparición de los síntomas y su persistencia indica replicación viral y riesgo de hepatitis crónica.
La presencia de anticuerpos específicos indica la resolución de la infección aguda y la protección futura.
El ADN del VHB se detecta durante la fase aguda de la infección y su cantidad se puede medir mediante pruebas de PCR
Las pruebas de marcadores séricos y la carga viral se utilizan para evaluar el estado de la infección y monitorear el tratamiento.
Vacunacion
La vacuna contra la hepatitis B brinda protección a largo plazo y utiliza el antígeno HBsAg.
En los Estados Unidos, la vacuna se produce mediante tecnología de ADN recombinante y se puede encontrar en formulaciones de un solo antígeno o en combinación con otras vacunas.
La inmunoglobulina HBIG se utiliza junto con la vacuna para la profilaxis después de la exposición al virus en poblaciones de riesgo.
Los CDC recomiendan la vacunación de todos los niños y adultos en ciertas categorías de alto riesgo, incluyendo aquellos con exposición sexual, exposición a sangre contaminada, enfermedad renal crónica y otras condiciones médicas
La HBIG puede ser efectiva en personas no vacunadas expuestas a la infección si se administra dentro de los siete primeros días.
Hepatitis C
Se estima que 143 millones de personas (2% de la población mundial) viven con hepatitis C crónica
Cada año, se infectan entre 3 y 4 millones de personas y más de 350,000 mueren por enfermedades relacionadas con esta infección
En los Estados Unidos, alrededor del 2% de la población tiene hepatitis C crónica, con un estimado de 30,500 nuevos casos en 2014.
Cambios en la transmisión de la hepatitis C
Antes de 1990, la principal vía de transmisión era a través de transfusiones sanguíneas contaminadas, pero ahora el riesgo de infección por transfusión es prácticamente inexistente en países desarrollados debido a las pruebas de detección.
En países en vías de desarrollo, los procedimientos médicos inseguros y las transfusiones sin detección son fuentes importantes de infección.
ctualmente, el consumo recreativo de drogas intravenosas es el medio más frecuente de transmisión en los Estados Unidos y Canadá, y el comportamiento sexual de alto riesgo también es un factor importante.
Manifestaciones clínicas de la hepatitis C
El período de incubación varía de 2 a 6 semanas, y la mayoría de las personas infectadas son asintomáticas
La ictericia es poco frecuente y solo se presenta en alrededor del 10% de los adultos sintomáticos
La mayoría de las personas infectadas desarrollan hepatitis crónica, mientras que la insuficiencia hepática fulminante es rara
Algunos factores, como la edad más joven, el sexo femenino y ciertos factores genéticos, se asocian con la desaparición espontánea de la infección por hepatitis C.
Modos de transmisión de la hepatitis C
Además de las transfusiones sanguíneas, la hepatitis C se puede transmitir a través de drogas intravenosas, relaciones sexuales de riesgo, transmisión de madre a hijo, exposición en centros de atención médica y prácticas como tatuajes, acupuntura y perforaciones.
Características del virus de la hepatitis C
El virus de la hepatitis C (VHC) es un virus de ARN monocatenario relacionado con los flavivirus.
Tiene un genoma que codifica diferentes proteínas estructurales y no estructurales, y su genotipo y subtipos varían, lo que dificulta el desarrollo de una vacuna efectiva.
La falta de un sistema de cultivo confiable ha obstaculizado la investigación y desarrollo de tratamientos y vacunas para el VHC.
Marcadores Séricos
Se dispone de pruebas de anticuerpos y virales para detectar la infección por VHC:
Pruebas disponibles: anticuerpos y pruebas virales.
Pueden haber falsos negativos en personas inmunocomprometidas y al inicio de la enfermedad.
La medición directa del VHC en suero es la prueba más precisa.
Las pruebas virales son más precisas pero más costosas que las pruebas de anticuerpos:
Pruebas virales son altamente sensibles y específicas.
Técnicas de reacción en cadena de la polimerasa pueden detectar la infección en 1 o 2 semanas.
Los anticuerpos contra el VHC no ofrecen protección, pero son marcadores de la enfermedad:
Diferencia con la hepatitis B, donde los anticuerpos ofrecen protección
Hepatitis D y E
El virus de la hepatitis D (VHD) es un virus de ARN de la familia Deltaviridae que requiere la asistencia del virus de la hepatitis B (VHB) para replicarse.
La hepatitis D puede manifestarse como una infección coprimaria, que ocurre simultáneamente con la hepatitis B aguda, o como una superinfección, donde la hepatitis D se agrega a una infección crónica de hepatitis B.
Las vías de transmisión de la hepatitis D son similares a las de la hepatitis B, y en los Estados Unidos, la infección se limita principalmente a personas con alto riesgo de infección por VHB, especialmente consumidores de drogas intravenosas
El VHD puede causar hepatitis aguda o crónica y su aparición depende de una infección concurrente por el VHB.
La presencia del virus delta (VHD) tiende a aumentar la gravedad de la infección por VHB, convirtiendo una infección leve en una hepatitis fulminante o acelerando la progresión hacia la hepatitis crónica o cirrosis.
Las personas portadoras de VHB tienen un mayor riesgo de una superinfección por VHD, por lo que es importante informarles sobre los peligros asociados.
Hepatitis autoinmunitaria
La hepatitis autoinmunitaria (HAI) es una variante grave de la hepatitis crónica de origen desconocido.
La HAI se caracteriza por la presencia de hepatitis de interfase, anticuerpos en la circulación e hipergammaglobulinemia.
La prevalencia de la HAI es desconocida a nivel mundial, pero la mayoría de los casos se encuentran en personas caucásicas de origen europeo y descendientes de japoneses.
La HAI es más común en mujeres y puede presentarse a cualquier edad, aunque los jóvenes suelen experimentar una forma más grave de la enfermedad.
La HAI se asocia con factores genéticos y ambientales, incluyendo los genes del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) y posibles agentes virales y químicos.
Se han identificado dos tipos distintos de HAI: tipo 1, que se caracteriza por anticuerpos dirigidos contra el núcleo y el músculo liso, y tipo 2, que se observa en niños y se caracteriza por anticuerpos contra microsomas hepáticos y renales.
La HAI tipo 2 suele estar asociada con otras enfermedades autoinmunitarias como la diabetes mellitus tipo 1, el vitiligo y la tiroiditis.
Manifestaciones clinicas:
Fatiga y debilidad generalizada
pérdida de apetito
náuseas y vómitos
dolor abdominal o malestar
ictericia
hepatomegalia
*esplenomegalia
prurito
orina oscura
*heces claras.
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Aunque se han identificado algunos factores genéticos asociados con la HAI, el componente genético de la enfermedad aún no está completamente definido.