El tratamiento más común para los envases de madera utilizados en el comercio internacional es el tratamiento fitosanitario. El propósito de este tratamiento es eliminar o reducir el riesgo de propagación de plagas y enfermedades de plantas que podrían estar presentes en la madera. La NIMF 15 establece los requisitos técnicos para el tratamiento térmico, como una temperatura mínima de calentamiento y una duración mínima del tratamiento. Una vez que la madera ha sido tratada térmicamente de acuerdo con estos estándares, se le debe aplicar un sello o marca de conformidad, como un sello de calor o un sello de estampado, que certifique que ha sido tratada de acuerdo con las regulaciones.
Además del tratamiento térmico, en algunos casos se permite el uso de tratamientos químicos, como la fumigación con bromuro de metilo. Sin embargo, el uso de este tipo de tratamientos está sujeto a regulaciones y restricciones específicas en cada país.