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Leer y escribir en la escuela - Coggle Diagram
Leer y escribir en la escuela
Lo necesario
Se requiere que la escuela funcione como una micro comunidad de lectores y escritores.
Que busquen argumentos para defender una posición o para rebatir la que consideren injusta.
Hacer de la escuela una comunidad de escritores que producen sus propios textos para dar a conocer sus ideas,
Hacer de la escuela una comunidad de lectores que acudan a los textos buscando respuesta a los problemas que se les presenten.
Lo posible
Lo real es que llevar a la práctica lo necesario es una tarea difícil para la escuela.
Conocer las dificultades y comprender en qué medida se derivan o no de necesidades de la institución escolar.
Dificultades
La inevitable distribución de los contenidos en el tiempo puede conducir a parcelar el objeto de enseñanza.
Los propósitos que se persiguen en la escuela al leer y escribir son diferentes de los que orientan la lectura y la escritura fuera de ella.
La escolarización de las prácticas de lectura y escritura plantea arduos problemas.
La manera en que se distribuyen los derechos y obligaciones entre el maestro y los alumnos determina cuáles son los conocimientos y estrategias que los niños tienen o no tienen oportunidad de ejercer y por lo tanto, cuáles podrán o no aprender.
La necesidad institucional de controlar el aprendizaje lleva a poner en primer plano sólo los aspectos más accesibles a la evaluación.
Lo real
Crear un nuevo equilibrio entre la enseñanza y el control.
Cuando se plantea un conflicto entre lo que es necesario para que los niños aprendan y lo que es necesario para controlar el aprendizaje.
Se trata de abrir espacios para que los alumnos, además de leer profundamente ciertos textos, puedan leer otros muchos.
Se trata de dar un lugar importante a la lectura para sí mismo, aunque no sea posible para el maestro evaluar la comprensión de todo lo que han leído.
Hay que brindar a los alumnos la oportunidad de autocontrolar lo que están comprendiendo al leer y de generar estrategias para leer cada vez mejor, aunque esto lo haga más difícil conocer los aciertos o errores producidos .
Hay que delegar en los niños la responsabilidad de revisar sus escritos, permitiendo que se enfrenten con problemas de escritura que no podrían descubrir si el papel de corrector fuera asumido siempre por el docente.