Con la implementación de este proyecto, las instituciones educativas se comprometieron a romper barreras físicas, arquitectónicas y tecnológicas en sus espacios educativos. Además, sensibilizaron a la comunidad educativa para lograr una verdadera inclusión en pro de la no discriminación. Por tanto, los docentes son responsables de la praxis pedagógica, por lo que deben potencializar capacidades innovadoras direccionadas a mejorar los procesos de inclusión educativa, garantizando el alcance de los resultados de aprendizaje, a fin de manejar procesos didácticos que garanticen el alcance de los objetivos de aprendizajes establecidos en el currículo, los docentes deben adquirir competencias profesionales, relacionadas a potencializar el manejo de un proceso educativo inclusivo sostenible