El abuso sexual es toda forma de agresión contra otra persona en desventaja porque es menos fuerte y no se puede defender o porque está subordinada al agresor y es más fácil de seducir o convencer, con el fin de utilizarla sexualmente, como puede ser el caso de niños, niñas, adolescentes y personas con discapacidades mentales o físicas que, imposibilitadas de tomar una elección y sometidas a la fuerza o por medio de engaños, pueden verse envueltos en esta situación.
El abuso sexual contra los y las menores se puede presentar de diversas formas desde el exhibicionismo, tocamientos, proposiciones verbales, hasta la práctica de relaciones incestuosas o de violación; por lo general, quien abusa es alguien conocido y de confianza para la víctima.
El abuso causa miedo y vergüenza en las víctimas, razón por la cual suelen guardar silencio y no denunciar al agresor o, muchas de las veces, el victimario causa terror a partir de amenazas para que la víctima se vea imposibilitada a denunciar el abuso con sus familiares o de forma legal.
LAS CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE ABUSO SEXUAL PUEDEN VARIAR SEGÚN EL PERIOD EVOLUTIV; SIN EMBARGO, EN LAS Y LOS ADOLESCENTES PUEDEN MANIFESTARSE ALGUNOS INDICIOS COMO:
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