La organización económica de los mayas se basaba en la agricultura, el comercio y la producción artesanal. Cultivaban cultivos como maíz, frijoles y calabazas. Practicaban el trueque y el comercio a larga distancia, utilizando rutas comerciales terrestres y marítimas. Además, desarrollaron habilidades en la producción de cerámica, textiles, jade y otros objetos de valor.