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Exponentes tardíos del humanismo - Coggle Diagram
Exponentes tardíos
del humanismo
Rollo May
Rollo May es un autor asociado con la corriente humanista, específicamente con el enfoque humanístico-existencial o psicología existencialista. Esta corriente se basa en la filosofía existencial, que ganó popularidad en la década de 1940 a través de figuras como Jean-Paul Sartre.
Los psicólogos existencialistas analizan la absurdez y la alienación de la vida moderna, y sostienen que los sentimientos son el origen de la apatía, el miedo y otros problemas psicológicos.
Rollo May afirma que los estadounidenses contemporáneos son almas perdidas, careciendo de mitos y héroes.
La psicología humanista y la existencialista convergen en la concepción del ser humano como alguien que debe aprender a realizar su potencial.
Mientras que el enfoque existencialista se centra en restablecer el sentido interno de identidad y voluntad, el humanismo destaca las posibilidades de la experiencia no verbal, la unidad de la mente y los estados alterados de la conciencia.
Aunque la concepción humanista y existencialista ha tenido más influencia fuera de Estados Unidos que en su país de origen, se reconoce la importancia de Rollo May en esta corriente. Según May, la psicología ha llegado a un momento especial en el que debe romper con las limitaciones y considerar nuevas ideas:
El psicólogo debe entenderse como parte de una cultura en constante cambio.
Se reconoce que la conciencia es diversa y difícil de describir, y se exploran filosofías orientales y el efecto de las drogas psicodélicas.
Se busca combinar la investigación experimental en psicología, teniendo en cuenta no solo los aspectos conductuales objetivos, sino también los aspectos filosóficos, incluyendo la explicación objetiva de los sueños.
Se pretende lograr un concepto holístico de la psicología, integrando los aspectos racionales y lineales con los aspectos irracionales e intuitivos.
Se entiende que la conciencia y la vida del ser humano se construyen a través de la libertad.
May destaca que la esperanza es fundamental en la vida humana y que la libertad es su base. La esperanza racional, basada en la fe y la fortaleza, impulsa al individuo a ser mejor y a construir un futuro más positivo. Sin embargo, la falta de esperanza es evidente en el mundo actual debido a la mentira, la insatisfacción personal, la violencia y la destrucción.
La terapia humanístico-existencial, según May, permite que las personas redescubran su mundo y busquen la realización de su propia libertad. En esta terapia, el autoconocimiento y la responsabilidad son elementos fundamentales para que los individuos se conviertan en arquitectos de su propio destino y asuman la responsabilidad de sus pensamientos, sentimientos y experiencias.
Virginia Satir
Virginia Satir fue una destacada figura en el campo de las relaciones humanas y la terapia familiar sistémica en el siglo XX.
Junto a otros autores como Rogers, Perls y otros, también influyó en el desarrollo de la programación neurolingüística.
Satir se enfocó en el manejo terapéutico de la familia y consideró que la forma en que nos comportamos como adultos está directamente relacionada con los vínculos familiares que hemos desarrollado.
Según Satir, formar personas congruentes y emocionalmente fuertes es de suma importancia para construir una sociedad mejor.
Promovió el desarrollo humano, enfatizando la importancia de fomentar la autoestima equilibrada, el autoconcepto, el liderazgo y actitudes coherentes entre el pensamiento, las palabras y las acciones.
Su trabajo se basó en el compromiso con la congruencia, buscando que las experiencias y modelos de vida congruentes conduzcan a una mejor comprensión y generen comportamientos de autocuidado y atención hacia los demás.
Satir desarrolló un modelo de intervención en terapia familiar que se basa en el reconocimiento de la fuerza interior de cada individuo y la importancia de ayudar a las personas a descubrir esa riqueza interior.
En contraste con los modelos tradicionales basados en "amenaza y recompensa" y en reglas y normas de conducta, Satir propuso un modelo llamado "modelo semilla", que se centra en el desarrollo del potencial humano.
Según este modelo, cada persona tiene un papel único en la vida y el éxito en las relaciones humanas radica en asumir consciente y responsablemente ese papel.
Cuidar de nuestra propia semilla y promover el descubrimiento de la identidad y el potencial de los demás es una responsabilidad compartida.
Satir también defendió la importancia de vivir con conciencia, tomando decisiones constantes, eliminando lo que no nos sirve y buscando nuevas experiencias. Para ella, la integración efectiva de la mente y el cuerpo y vivir el arte de la conciencia son aspectos fundamentales para conocerse a uno mismo y alcanzar una vida plena.
Viktor Frankl
Viktor Frankl, nacido en 1905 en Viena, fue un destacado psiquiatra y neurólogo. Durante su educación, mostró un profundo interés por la vida y planteaba preguntas maduras que sorprendían a sus profesores.
Aunque inició su carrera médica siguiendo la corriente de Alfred Adler, fundador de la Psicología Individual, y presentó un artículo a Sigmund Freud, sus ideas no se alineaban por completo con ninguno de ellos.
Frankl buscaba comprender al ser humano en su totalidad y, por ello, obtuvo su doctorado en Psiquiatría en 1930.
Trabajó como médico en la Clínica Neuropsiquiátrica de la Universidad de Viena, donde tuvo la oportunidad de aprender de sus pacientes y enfocarse en el fenómeno del vacío interior o vacío existencial.
Este estudio se convirtió en el propósito de su vida, ayudando a sus pacientes a encontrar sentido en sus actividades y relaciones, así como a aceptar su realidad y convertirla en un desafío, incluso en las circunstancias más difíciles.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Frankl fue prisionero en el campo de concentración de Auschwitz, donde vivió y presenció el sufrimiento de muchas personas. Esta experiencia de dos años y medio le convenció de que cada individuo tiene la capacidad de responder de manera diferente ante una misma experiencia y de que, incluso en las circunstancias más adversas, conservamos nuestra libertad interior.
Algunas de las ideas principales de Frankl incluyen:
El ser humano busca un motivo para ser feliz, no la felicidad en sí misma. Cuando encuentra un sentido, la felicidad y el placer surgen naturalmente.
El deseo de sentido es fundamental en la vida humana y la búsqueda de la felicidad y el placer como fines directos puede impedir encontrarlos.
El ser humano posee una espiritualidad inherente y no es simplemente un mecanismo bioquímico.
El logoterapeuta tiene la labor de ampliar las perspectivas del paciente, mostrándole múltiples posibilidades para lograr su realización personal y recordándole que es libre para elegir su actitud ante los eventos de la vida.