En la lecutra se mención que Malinowski consideraba al sexo como un si tinto muy poderosos, según él, no cabe duda de que los celos masculinos, la modestia sexual, la timidez femenina, el mecanismo de atracción sexual y de galanteo, todas estas fuerzas y condiciones hicieron necesario que, aun en los grupos humanos más primitivos, existieran medios potentes para reglamentar, suprimir y dirigir este instinto.
El "sexo", como dijo en otro trabajo, "es verdaderamente peligroso" y es el origen de la mayor parte de los problemas humanos a partir de Adán y Eva.
La sociedad produce la sexualidad de manera compleja a través de prácticas sociales, definiciones y autodefiniciones, y que las fuerzas sociales moldean y regulan las posibilidades eróticas del cuerpo.
Para Reich y Marcuse, el sexo es una fuerza benéfica que se encuentra reprimida por una civilización corrupta.