Cuando analizas tu empresa y el mercado en el que actúas (lo que, como has visto, incluye la competencia), no sólo pasas a conocer mejor tus potenciales clientes. También descubres ideas inspiradoras e innovadoras aplicables en tu organización.
Aparte, puedes reconocer las fuerzas y debilidades de tus competidores y, de ese modo, mejorar tu posicionamiento en el mercado.