Bing, nuestro protagonista vive en una sociedad en la que es forzado (junto la mayoría de los habitantes) a llevar acabo un trabajo que no le brinda ningún tipo de felicidad o de sentido a su vida, pedaleando continuamente en una bicicleta estática para generar energía, siguiendo una rutina monótona que no le aporta felicidad. El episodio muestra una sociedad en lo cual todo es artificial: viajar en bicicleta es remplazado por simuladores del mundo exterior, son motivados por premios virtuales, su comida es crecida en laboratorios, incluso sus interacciones son llevadas a cabo utilizando avatares virtuales. Creando un ambiente en el que nada, ni siquiera la interacción humana se siente real; en vez, dependiendo del entretenimiento y la dopamina de corto plazo para escapar de su realidad.