Pero si sobreviene otro daño, la pena será de vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe
Éxodo 21: 29
Sin embargo, si ese buey ha tenido la costumbre de cornear, y su dueño, aunque advertido, no lo guarda y mata a un hombre o una mujer, el hacha será apedreada y su dueño también será condenado a muerte.