En Colombia, este tipo de acto ilícito se encuentra consagrado en el artículo 323 del Código Penal. Es un delito autónomo y persigue todas las maniobras del proceso de transformación, transferencia u ocultamiento de recursos provenientes de actividades ilícitas tales como: tráficos ilícitos (drogas, armas, seres humanos, etc.), corrupción, secuestro, extorsión, concierto para delinquir, financiación del terrorismo, entre otros.