La construcción del ser humano, con base en un ideal de ser humano, es el fin cardinal de todo proceso educativo. - La acción educativa tiende a humanizar al individuo a la luz de un específico ideal de ser humano. Este ideal es el norte, la aspiración permanente, hacia la que se dirige toda la acción educativa. - El ‘gran deber ser’, al que toda acción educativa debe aspirar porque es su razón de ser, está constituido por ideales, aspiraciones y valores que se anhela que sean vivificados en la convivencia de los ciudadanos.