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El Feminismo y el Género en Economía, Rosmariel Bermudez y Maria Miranda -…
El Feminismo y el Género en Economía
Economia de Genero
Se reclama el hecho de que las mujeres también son capaces de hacer ciencia a pesar de que tal capacidad les ha sido negada.
Además esta economía estudia la negación u olvido de las aportaciones científicas de mujeres a la historia de la economía
Su objetivo básico es revertir el hecho de que la experiencia femenina no ha sido objeto de análisis económico debido a la presencia de sesgos androcéntricos que han impedido hacer buena ciencia y obtener análisis objetivos, sin cuestionar el método científico en sí ni los marcos teóricos preexistentes, sino incorporando en ellos a las mujeres.
El término de economía feminista está comenzando a expandirse para referirse a un conjunto, difusamente delimitado, de análisis relativos al género y la economía y, a pesar de la marginación académica y política que sufre todo análisis relativo al género.
Economía Feminista
La economía feminista hereda de la economía el prestigio y el objeto de estudio, así como las metodologías y la pretensión de objetividad.
Con esta se pretende dar una definición más amplia de lo económico que, de forma clave, atienda a las actividades invisibilizadas históricamente realizadas por las mujeres.
https://youtu.be/P2n7Gcj-Ngw
El punto de partida para hacer economía feminista en América Latina no puede ser otro que el reconocimiento de que las diferencias de género no existen en el vacío, y que mujeres y varones atraviesan las desigualdades estructurales de manera desigual.
¿Conciliación o Ruptura?
Economía feminista de conciliación
La economía feminista de la conciliación pretende redefinir los conceptos fundacionales de economía y trabajo, recuperando el conjunto de actividades femeninas invisibilizadas condensadas en el trabajo doméstico y conjugar esta recuperación con los conceptos y marcos previos.
Economía feminista de la ruptura
Esta corriente considera que la estrategia de la economía feminista de la conciliación de integrar una nueva esfera de actividad económica, el hogar, el trabajo doméstico, la reproducción al análisis previo implica problemas insuperables.
Entre ellos: que el centro del análisis sigue siendo lo mercantil y que las esferas feminizadas no dejan de tener una importancia secundaria.
El término de economía feminista está comenzando a expandirse para referirse a un conjunto, difusamente delimitado, de análisis relativos al género y la economía y, a pesar de la marginación académica y política que sufre todo análisis relativo al género.
Rosmariel Bermudez y Maria Miranda