En tiempos más recientes, Jorge III de Inglaterra (1738-1778) conocido como el monarca loco, mostro una cantidad de síntomas entre los que se incluían periodos de excitación intensa e hiperactividad. Durante esas etapas cambiaba rápidamente de un tema a otro, hacia preguntas ingería la comida con tal voracidad que los miembros de su corte tenían que engullir la propia o se quedaba sin comer, subía y bajaba las escalera corriendo y hacia correr a su caballo hasta dejarlo exhausto, al borde de la muerte, también se recreaba usando el lenguaje obsceno.