Los hallazgos inmunológicos más importantes en los pacientes deprimidos son: Un incremento en suero de linfocitos y fagocitos, receptores de IL-2, proteínas de fase aguda positivas, y citoquinas proinflamatorias como IL-1, IL-2, IL-6 e INF, Aumento de los niveles séricos de IL-1β que se relaciona con la edad de inicio y duración del trastorno distímico, Una correlación positiva entre la producción de IL-1β y los valores de cortisol posteriores a la administración de dexametasona, y entre el cortisol sérico basal y la concentración de IL-6, El aumento del INF-γ actú como inductor de la enzima indolamina-2,3-dioxigenasa (IDO), que degrada el triptófano, precursor de la 5 hidroxi-triptamina (5-HT), disminuyendo así sus niveles como es característico en la depresión. Es decir, como lo afirma (Flores, D., Piedimonte, L., López, A y Tafet, G. 2019, p.p. 186 ). el sistema inmune muchas veces se encuentra comprometido en casos de cuadros depresivos se conoce la influencia de las interleuquinas (IL) y citoquinas en los mecanismos de neurotransmisión dopaminérgicos, noradrenérgicos y serotoninérgicos. Además, en pacientes depresivos y en correlación con la hiperactividad del eje ClHHa , existe un incremento de subpoblación linfocitaria T/B, aumento global de IL-1 e IL-6 y receptores solubles de IL-2 e IL-6. por otro lado, la exposición a agentes estresores se asocia con una disminución de linfocitos Natural Killers (NK). de esta manera, los marcadores inmunológicos en depresión mayor revelan disminución de los niveles de il-1, il-6, FnT y CD16/56