Los Borbones decidieron eliminar los Corregimientos para implementar las Intendencias, inspirados por Francia. Éstas últimas eran divisiones que se encargaban de centralizar el poder, con la intención de modernizar el Gobierno e incrementar las rentas de la Corona y aumentar los ingresos fiscales. Y eran los Intendentes los que manejaban dichas divisiones. En 1784 se fundarían siete intendencias en Perú: Lima, Tarma, Trujillo, Huancavelica, Huamanga, Cuzco y Arequipa. Años después se crearía la de Puno. Estas 8 divisiones serían la base para los departamentos tiempo después. Con el paso de los años, los Intendentes ganaban más fuerza y poder, disminuyendo la autoridad de los virreyes. A tal punto llega, que se destituyen a los Corregidores en su totalidad ya que tras la rebelión de Tupac Amaru se revelaron actos de corrupción por parte de ellos.