1) relaciona las prácticas y las condiciones con un estándar, lo que permite una base para la medición, la evaluación y las correcciones
2) disminuye, en cierto modo, el estigma acusador del concepto "acto inseguro"; y
3) aumenta el campo de interés, que se amplía, de un control de los "accidentes", a un control de las "pérdidas", incluyendo la seguridad, la calidad, la producción y el control de costos.