Aunque los encuestados puedan responder una pregunta en particular, es posible que se muestren reacios a hacerlo por diversas razones, como la percepción de que se requiere demasiado esfuerzo, la inadecuación de la situación o el contexto, la falta de un propósito legítimo, la aparente falta de necesidad de la información solicitada, o la sensibilidad de la información solicitada.