El comercio internacional permite que un país cuente con mayor
cantidad de bienes y servicios para ofrecer a sus habitantes que, por escasez de recursos productivos, no podrían producirse. Se
precisa que es una actividad que impulsa el intercambio de no solo bienes, servicios o capitales, sino también de tecnologías,
que hoy es primordial para que los países puedan obtener niveles de crecimiento y desarrollo económico social, cultural,
tecnológico, entre otros.