La primera guerra del Golfo La primera guerra del Golfo, en 1991, constituye un punto de partida para el camino estadounidense hacia el unilateralismo, es decir, para la planificación de una acción de política exterior y luego pedir a otros que se sumen al esfuerzo, si lo desean. El unilateralismo fue una consecuencia de la percepción unipolar del mundo, no del todo irreal, por parte de los líderes estadounidenses. Desde que Kuwait, un pequeño emirato en el Golfo Pérsico, obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1961, Iraq afirmó que aquella zona le pertenecía legítimamente y que había sido arrebatada por unos colonizadores que habían creado un Estado artificial. Aunque el argumento no era del todo correcto, servía a los intereses iraquíes no solo porque el emirato tenía la suerte de poseer grandes cantidades de petróleo, sino también porque su existencia redujo la costa iraquí en el Golfo a una franja poco profunda y estrecha, limitando su acceso al mar. De hecho, Iraq se había estado preparado para enviar tropas desde que Kuwait se independizó, pero tuvo que dar marcha atrás porque los británicos enviaron tropas de forma inmediata para defender el nuevo Estado independiente. Después de la inconclusa guerra Irán-Iraq, que agotó todos sus recursos, Iraq volvió a poner el foco una vez más en Kuwait y trató de anexarlo. Léase la transcripción de la reunión entre el presidente iraquí, Saddam Hussein, y la embajadora estadounidense en Iraq, April Glaspie. En julio de 1990, Saddam Hussein, el dictador del Iraq denunció que Kuwait había estado desviando petróleo iraquí en su campo de al-Rumaliyah y que debía ser indemnizado por ello. También repitió que Kuwait era un territorio iraquí legítimo, que había sido arrebatado por los colonizadores. Simultáneamente, Iraq comenzó a reunir tropas y equipos militares en la frontera kuwaití. En agosto, las tropas iraquíes entraron en Kuwait y el gobierno de Hussein anunció que Iraq había anexionado Kuwait. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reunido a finales de noviembre, aprobó una resolución por la que se autorizaba la adopción de todas las medidas necesarias para proteger a Kuwait. Los Estados Unidos, a instancias de Arabia Saudita, encabezó el esfuerzo de organizar una fuerza internacional liderada principalmente por las tropas estadounidenses para oponerse a la agresión iraquí. Otros participantes fueron Gran Bretaña, Francia, Alemania, la URSS (que se acercaba a su fin), Japón, Egipto y naturalmente Arabia Saudita. A mediados de enero de 1991 comenzó la primera guerra del Golfo, con los ataques aéreos de Estados Unidos para expulsar a Iraq de Kuwait. Entonces, las fuerzas terrestres comenzaron a expulsar al ejército iraquí de las zonas ocupadas. Las fuerzas iraquíes fueron duramente derrotadas y el presidente Bush (padre) pidió un alto el fuego el 26 de febrero de 1991.