Entre 1941 y 1944, los nazis cercaron la ciudad soviética de Leningrado. Durante 900 días, por hambre y agotamiento, murieron alrededor de un millón de personas. Todo parecía perdido para Stalin, pero éste hizo un llamado a los obreros y campesinos para apoyar al Ejército Rojo, además de construir trincheras y trampas, para impedir el paso de la armada nazi. Además, la Unión Soviética contó con el apoyo de Estados Unidos.
Desplazados del norte y el centro, en 1942 Hitler decidió que el ejército nazi se dirigiera haxcia el sur. El avance fue detenido en varios puntos, pero logró entrar a Stalingrado. Sin embargo, pronto, las tropas alemanas se encontraron sin municiones, sin víveres y con 18,000 heridos sin atención médica. En invierno llegó y el desplome del nazismo empezó a ser vertiginoso.
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