Sudoración, temblor o sacudidas, sensación de dificultad para respirar, sensación de ahogo, dolor o molestia en el tórax, nauseas o malestar abdominal, sensación de mareo, inestabilidad, escalofríos o sensación de calor, parestesias, desrealización o despersonalización, miedo a perder el control o de volverse loco, miedo a morir