Consiste en la idea básica de tener dos discos duros conectados. Uno es el principal y en el segundo se guarda la copia exacta del principal, almacenando cualquier cambio que se haga en tiempo real en las particiones, directorios, etc, creando imágenes exactas, etc.
De esta forma se consigue tener 2 discos duros idénticos y que permiten, si todo está bien configurado, que ante el fallo del disco principal, el secundario tome el relevo, impidiendo la caída del sistema y la pérdida de los datos almacenados.