El proyecto se difundió principalmente en redes sociales, blogs y YouTube, donde los prosumidores contribuyeron al financiamiento y promoción.
A través de la web kungfury.com, los usuarios pudieron acceder a contenido exclusivo, como el diario de producción, videos adicionales, y merchandising.
La comunidad de prosumidores también generó contenido relacionado, como fanarts, cosplays, y compilaciones de reacciones en YouTube.