Algunas sociedades no poseen descriptores verbales para referirse a ciertas emociones (por ejemplo, para la tristeza en ciertas culturas del Pacifico), por lo que cuando éstos experimentan una pérdida, la expresan y sienten como estado fisico descrito, por ejemplo, en términos de cansancio. Otras culturas poseen, por el contrario, un lenguaje muy sofisticado, en el que abundan los descriptores emocionales.