Durante la primera mitad del siglo XIX, Francia llevó a cabo importantes adquisiciones de artefactos egipcios, destacando la adquisición en 1826 de la Gran Esfinge de Tanis, una escultura de granito de 1,83 metros de altura y 4,80 metros de largo, que representa la figura de un faraón con cuerpo de león. Esta pieza se exhibe en el Museo del Louvre de París. Eran piezas casi recientemente adquiridas.