El vapeo puede afectar los pulmones, causando irritación, tos y problemas respiratorios a largo plazo. También puede afectar el corazón, ya que la nicotina aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial. En la boca y la garganta, puede provocar sequedad, irritación y enrojecimiento. Además, la nicotina puede causar adicción y afectar el cerebro, alterando el estado de ánimo y la concentración.