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DISCAPACIDADES, Las causas de la discapacidad visceral incluyen trastornos…
DISCAPACIDADES
INTELECTUAL
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- Su clasificación, que se clasifica en leve, moderada, severa y profunda, siendo leve un nivel en el que se puede ser independiente, moderada un nivel en que se necesita más apoyo en actividades diarias y más supervisión, la severa es en la que se requiere apoyo constante en actividades diarias y la profunda, donde se necesita cuidados intensivos.
- En cuanto a su diagnóstico, suele realizarse a través de pruebas estandarizadas de cociente intelectual (CI) y evaluaciones de habilidades adaptativas. Un CI inferior a 70 y deficiencias en las habilidades adaptativas son criterios comunes para el diagnóstico.
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VISUAL
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- Entre otras cosas relacionadas encontramos la forma en que esta discapacidad se da en niños y la perspectiva de la ONU.
La discapacidad visual en niños puede tener repercusiones significativas en su desarrollo, afectando áreas clave como la socialización, la conducta y el aprendizaje. Esta discapacidad puede ser congénita, es decir, natural, o adquirirse a través de una enfermedad o un accidente. Es fundamental que los padres estén atentos al progreso del niño desde su nacimiento, observando aspectos como el desarrollo motor, cognitivo, perceptivo y del lenguaje, ya que todos estos influirán directamente en su comportamiento emocional y social.
- En caso de detectar cualquier signo de alarma, es crucial acudir a un oftalmólogo para obtener un diagnóstico preciso y oportuno. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la capacidad visual se clasifica en cuatro categorías: visión normal, discapacidad visual moderada, discapacidad visual grave y ceguera. Bajo el término de "baja visión" se agrupan la discapacidad visual moderada y grave, mientras que la ceguera se utiliza para fines sociales y legales. En algunos casos, el término baja visión también se emplea para describir a personas que requieren tratamientos o ayudas visuales para realizar sus actividades cotidianas.
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AUDITIVA
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- Estas prótesis son fundamentales para paliar la falta de estimulación en la vía auditiva, y existen dos tipos principales: las implantables y las no implantables. Los audífonos, dentro de las prótesis no implantables, son los más comunes y se adaptan al grado y las características de la pérdida auditiva, ofreciendo un retorno del input auditivo al cerebro.
- La ayuda que necesita una persona con discapacidad auditiva depende del grado y la causa de su pérdida auditiva. En casos donde el problema tiene una causa tratable, como ciertas afecciones médicas, el otorrinolaringólogo (ORL) puede ofrecer soluciones a través de tratamientos farmacológicos o quirúrgicos. Sin embargo, cuando el tratamiento médico no es posible, entra en acción el audiólogo protésico, quien puede proporcionar prótesis auditivas como solución.
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TEA
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- Los trastornos del espectro autista (TEA) pueden manifestarse de diferentes maneras, y los síntomas varían según la persona. Algunos niños muestran signos en la primera infancia, como una falta de respuesta cuando se les llama por su nombre o menor contacto visual, mientras que otros pueden desarrollarse de manera normal durante los primeros meses o años, pero luego comienzan a volverse introvertidos, agresivos o incluso pierden habilidades lingüísticas previamente adquiridas. Los signos suelen ser evidentes alrededor de los 2 años.
- Estos trastornos tienen un patrón único en cada niño, y su nivel de gravedad puede oscilar desde un funcionamiento bajo hasta uno alto. Algunos niños con TEA tienen dificultades de aprendizaje y su inteligencia puede ser inferior a lo normal, mientras que otros tienen una inteligencia dentro del rango normal o incluso alta, pero enfrentan retos en la comunicación y la adaptación social.
FÍSICA
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- Las discapacidades físicas incluyen una amplia gama de condiciones que afectan la movilidad y la función motora de las personas, y pueden ser el resultado de lesiones, enfermedades crónicas o afecciones congénitas.
- Entre los tipos más comunes de discapacidad física se encuentran las discapacidades motrices o motoras, que afectan la capacidad de moverse o realizar actividades motoras, tales como las lesiones en la médula espinal, amputaciones, parálisis cerebral o enfermedades neuromusculares como la distrofia muscular. Las discapacidades orgánicas, por su parte, impactan los órganos internos y sistemas corporales, como el sistema cardiovascular o respiratorio, con ejemplos como la insuficiencia cardíaca o la diabetes.
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PARÁLISIS CEREBRAL
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- Algunos factores aumentan las probabilidades de que un bebé tenga parálisis cerebral, especialmente aquellos relacionados con el embarazo y el parto. Entre los riesgos más comunes se incluyen nacer prematuramente, ser un bebé con bajo peso al nacer, ser gemelo o formar parte de un embarazo múltiple, así como haber sido concebido mediante fertilización in vitro o tecnologías de reproducción asistida. Además, las infecciones durante el embarazo, problemas de salud en la madre como trastornos tiroideos o convulsiones, ictericia severa en el recién nacido, complicaciones durante el parto, incompatibilidad Rh y la exposición a químicos tóxicos también pueden aumentar el riesgo.
- Los signos de la parálisis cerebral suelen ser evidentes en los primeros meses de vida, incluyendo retrasos en el desarrollo, tono muscular anormal, postura inusual, temblores, espasticidad y movimientos descontrolados. Aunque no existe una cura, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, como terapias físicas, ocupacionales o medicamentos, pueden mejorar la calidad de vida del niño. Si bien no se puede prevenir la parálisis cerebral relacionada con problemas genéticos, se puede reducir el riesgo controlando factores como infecciones durante el embarazo, asegurándose de recibir atención prenatal adecuada, y tomando medidas para evitar lesiones en la cabeza, como el uso de asientos de seguridad.
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TRASTORNO NEUROMOTOR
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- Los trastornos neuromotores abarcan una variedad de afecciones que afectan el control y la función del movimiento, y pueden estar presentes desde el nacimiento o desarrollarse posteriormente debido a lesiones, enfermedades o condiciones degenerativas. Reconocer los síntomas es esencial para una intervención temprana y adecuada.
- En la infancia, los síntomas más comunes incluyen retrasos en el desarrollo motor, como demoras en alcanzar hitos como sentarse, gatear o caminar, así como dificultad para sostener la cabeza al estar sentado, y movimientos torpes o incontrolados.
- Además, los niños pueden mostrar problemas en la coordinación y el equilibrio, como caídas frecuentes y una marcha inestable. Los trastornos del tono muscular, como hipotonía (tono muscular bajo) y hipertonía (tono muscular alto), también son comunes, al igual que movimientos involuntarios, como temblores, corea o atetosis.
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MÚLTIPLE
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- Las personas con discapacidades múltiples enfrentan una serie de desafíos que afectan casi todos los aspectos de su vida. Además de las dificultades físicas y sensoriales, suelen presentar trastornos emocionales y conductuales, que pueden complicar su integración social y su participación en actividades cotidianas. Estos individuos necesitan una atención integral que aborde no solo las condiciones médicas, sino también su bienestar emocional, social y educativo.
- El acceso a la educación es fundamental, por lo que se requiere una educación especializada y adaptada a sus necesidades, con el apoyo de profesionales en diversas áreas como fisioterapia, psicología y terapia ocupacional. La vida de las personas con discapacidad múltiple está rodeada de barreras físicas, sociales y comunicativas que requieren una actitud comprensiva y adaptativa por parte de la sociedad, promoviendo la inclusión y el respeto hacia sus derechos.
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VISCERAL
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- La discapacidad visceral puede afectar diversos sistemas del cuerpo, provocando una amplia gama de complicaciones que impactan en la calidad de vida de las personas. En el sistema cardiovascular, condiciones como la insuficiencia cardíaca o enfermedades coronarias limitan la capacidad para realizar actividades físicas cotidianas, generando fatiga y dificultad para respirar.
- En el sistema hematológico, trastornos como la anemia o leucemia pueden afectar la circulación y la oxigenación del cuerpo, comprometiendo el bienestar general. El sistema inmunológico también puede verse comprometido por enfermedades autoinmunitarias, lo que reduce la capacidad del cuerpo para defenderse contra infecciones y otras enfermedades. En el sistema respiratorio, problemas como la fibrosis pulmonar o el asma crónica dificultan la respiración, lo que puede generar episodios de dificultad respiratoria y limitación en la actividad física.
- En el sistema digestivo, trastornos como la enfermedad celíaca o el síndrome del intestino irritable afectan la digestión y absorción de nutrientes, lo que puede resultar en desnutrición y malestar general. Finalmente, las afecciones en el sistema metabólico y endocrino, como la diabetes tipo 1 y 2, alteran la producción hormonal y el metabolismo, llevando a complicaciones adicionales como problemas de azúcar en la sangre, alteraciones en el peso corporal y problemas a largo plazo en otros órganos vitales.
- Estas condiciones no solo afectan el bienestar físico de las personas, sino que también pueden tener un impacto emocional y psicológico considerable, dado que las limitaciones impuestas por la discapacidad visceral requieren un manejo constante de la salud y el acceso a tratamientos médicos especializados.
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Las causas de la discapacidad visceral incluyen trastornos en los órganos internos, que pueden ser congénitos, el resultado de enfermedades crónicas o daños por infecciones, malformaciones, exposición a sustancias tóxicas o complicaciones durante el embarazo. 
- Trastornos genéticos: Enfermedades hereditarias que afectan el funcionamiento de los órganos internos, como la fibrosis quística.
- Enfermedades crónicas: Enfermedades como la insuficiencia renal o la cardiopatía congénita que afectan órganos vitales.
- Exposición a toxinas: Exposición a sustancias dañinas durante el embarazo o la vida temprana que afectan el funcionamiento de los órganos internos.
Las personas con discapacidad visceral enfrentan problemas de funcionamiento en los órganos internos, como el sistema cardiovascular, respiratorio, digestivo o endocrino. Las características de esta discapacidad incluyen la dependencia de tratamientos médicos, la necesidad de adaptaciones en su vida diaria y posibles limitaciones en la realización de actividades físicas debido a las condiciones de salud subyacentes.
- Afectación de uno o varios órganos internos que limita funciones esenciales como la respiración, digestión o circulación.
- Dependencia de tratamientos médicos continuos, como diálisis o medicación.
- Las limitaciones no afectan las capacidades intelectuales o motoras, pero interfieren con la calidad de vida.
La comunicación en personas con parálisis cerebral depende de su capacidad motora y de las áreas cognitivas que no se vean afectadas. En muchos casos, se utilizan dispositivos de comunicación aumentativa, como las tabletas con software de comunicación o sistemas de símbolos, además de la terapia del habla y otros apoyos.
- Uso de la comunicación verbal si es posible, o dispositivos de comunicación asistida.
- Uso de pictogramas o sistemas electrónicos de comunicación como teclados adaptados.
- Terapias de habla y comunicación aumentativa.
La parálisis cerebral puede ser causada por daños en el cerebro durante el embarazo, el parto o después del nacimiento. Factores como infecciones, problemas con el flujo sanguíneo al cerebro o lesiones cerebrales por falta de oxígeno son causas comunes.
(https://medlineplus.gov/spanish/cerebralpalsy.html)
- Complicaciones durante el parto: Falta de oxígeno al cerebro del bebé o traumatismos durante el parto.
- Infecciones o enfermedades en el embarazo: Infecciones virales, como la rubéola o la toxoplasmosis, que afectan al cerebro.
- Problemas en el desarrollo cerebral: Anomalías en el cerebro del bebé durante el desarrollo fetal o después del nacimiento.
Las personas con parálisis cerebral presentan trastornos en el control motor debido a daño en el cerebro. Las características incluyen movimientos involuntarios, rigidez muscular, retrasos en el desarrollo motor y dificultad para mantener el equilibrio. Estos síntomas pueden variar en severidad, lo que requiere diferentes tipos de apoyo y terapias para mejorar la movilidad y la comunicación.
- Problemas de control motor que afectan la postura, el equilibrio y los movimientos.
- Espasticidad muscular, que causa rigidez en los músculos y dificultad para moverse.
- Trastornos del lenguaje y la comunicación, dependiendo de la gravedad del caso.
El TEA tiene causas complejas que involucran factores genéticos y ambientales. Las mutaciones genéticas pueden aumentar el riesgo, y las infecciones o problemas durante el embarazo pueden influir en su aparición. En algunos casos, la causa sigue siendo desconocida.
- Factores genéticos: Predisposición hereditaria a desarrollar TEA.
- Complicaciones durante el embarazo: Infecciones virales, medicamentos o exposición a toxinas durante el embarazo.
- Factores ambientales: Exposición a contaminantes del aire o ciertas sustancias químicas durante el embarazo.
Las personas con TEA pueden presentar una amplia gama de características, que van desde dificultades en la comunicación social hasta patrones de comportamiento repetitivos. Estos síntomas pueden variar en gravedad, y los individuos pueden necesitar apoyo en áreas como la socialización, la comprensión de las emociones y la adaptación a cambios en el entorno.
(https://autismo.org.es/el-autismo/que-es-el-autismo/)
- Dificultad para comprender y responder a señales sociales, como el contacto visual y las expresiones faciales.
- Comportamientos repetitivos y resistencia a los cambios en la rutina.
- Problemas en el desarrollo del lenguaje, con algunos individuos sin habla o con un retraso en el lenguaje.
Estos trastornos tienen causas relacionadas con daño o disfunción en el sistema nervioso central. Pueden ser el resultado de factores genéticos, infecciones cerebrales, trauma físico o problemas durante el nacimiento, como la falta de oxígeno.
- Lesiones cerebrales o medulares: Traumatismos en el cerebro o la médula espinal que afectan el control motor.
- Enfermedades neurológicas: Condiciones como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson que afectan el control muscular.
- Trastornos genéticos: Enfermedades hereditarias que afectan el sistema nervioso y el control motor.
Las personas con trastornos neuromotores pueden enfrentar dificultades para controlar los músculos necesarios para hablar, por lo que recurren a tecnologías como dispositivos de comunicación electrónica, pantallas táctiles o sistemas de símbolos para expresar sus pensamientos y necesidades.
- Uso de tecnología de asistencia adaptada como teclados o pantallas táctiles.
- Comunicación no verbal como gestos o expresiones faciales.
- Dispositivos de comunicación como sistemas de reconocimiento de voz.
Las causas de las discapacidades físicas pueden incluir lesiones traumáticas, enfermedades neuromusculares, malformaciones congénitas o problemas durante el desarrollo del feto. En algunos casos, condiciones crónicas o daños a la médula espinal afectan la capacidad motora.
- Accidentes o lesiones: Accidentes de tráfico, caídas o lesiones deportivas que afectan el sistema musculoesquelético.
- Enfermedades crónicas: Condiciones como la parálisis o la esclerosis múltiple que afectan la movilidad.
- Malformaciones congénitas: Defectos de nacimiento que afectan los huesos, músculos o el sistema nervioso.
Las personas con discapacidad física enfrentan limitaciones en la movilidad y en la función de sus extremidades, lo que puede dificultar actividades cotidianas como caminar, agarrar objetos o realizar movimientos precisos. Las características de esta discapacidad incluyen el uso de dispositivos de asistencia como sillas de ruedas, prótesis o adaptaciones en el entorno para mejorar la accesibilidad.
- Limitación en la movilidad o el uso de partes del cuerpo debido a malformaciones o lesiones.
- Dependencia de dispositivos de asistencia como sillas de ruedas o prótesis.
- En algunos casos, dificultad para realizar actividades cotidianas sin ayuda.
Las personas con discapacidad física pueden tener dificultades para utilizar el lenguaje corporal o realizar movimientos complejos, lo que puede afectar su comunicación. Dependiendo de la severidad de la discapacidad, pueden recurrir a dispositivos de asistencia como sillas de ruedas motorizadas, teclados adaptados o tecnologías de voz para facilitar su comunicación.
- Uso de tecnologías asistivas, como teclados adaptados o dispositivos de escritura por voz.
- Dependencia de gestos o señas en caso de dificultad con el habla.
- Puede usar tecnologías para mejorar la movilidad y la comunicación.
Las personas con discapacidad intelectual pueden enfrentar dificultades para desarrollar habilidades comunicativas. Sus formas de comunicación pueden variar según el grado de la discapacidad, pero pueden incluir el uso de lenguaje verbal, gestos, apoyos visuales y sistemas alternativos como la comunicación aumentativa o alternativa (CAA).
- LENGUAJE VERBAL Y NO VERBAL.
- Herramientas como tableros de comunicación con imágenes o sistemas de comunicación aumentativa y alternativa (AAC).
- Se puede utilizar gestos o expresiones faciales.
Las personas con discapacidad intelectual presentan características que afectan su capacidad para aprender y procesar información a un ritmo típico. Estas características varían según el grado de la discapacidad, pero generalmente incluyen retrasos en el desarrollo cognitivo, dificultades en la resolución de problemas y habilidades de comunicación limitadas.
- Dificultad para adquirir y aplicar habilidades cognitivas.
- Retrasos en el desarrollo del lenguaje y en la comunicación.
- Necesidad de apoyo en actividades diarias como el autocuidado y la socialización.
Las personas con discapacidad visual, especialmente aquellas que son ciegas, suelen depender de otros sentidos como el tacto y el oído para comunicarse. El lenguaje braille y los dispositivos tecnológicos como lectores de pantalla son herramientas importantes para facilitar su comunicación escrita, mientras que la comunicación verbal es esencial para su interacción diaria.
- Uso del braille para lectura y escritura.
- Dispositivos de asistencia como lectores de pantalla y software de voz.
Uso de orientación táctil y, en algunos casos, lenguaje de señas.
Las personas con discapacidad visual tienen una percepción reducida o nula de la vista, lo que afecta su capacidad para interactuar con el entorno de manera convencional. Las características incluyen dificultad para leer textos impresos sin apoyo, desorientación espacial, y la dependencia de otros sentidos como el tacto y el oído para compensar la falta de visión.
- Pérdida total o parcial de la vista, que puede afectar la percepción del entorno.
- Dependencia del sentido del tacto y el oído para orientarse y comunicarse.
- Uso de herramientas como el braille, lentes o dispositivos tecnológicos para ayudar a la movilidad y lectura.
Las personas con discapacidad múltiple tienen más de una discapacidad, lo que puede incluir una combinación de discapacidades físicas, intelectuales, sensoriales o de otro tipo. Las características varían dependiendo de la combinación específica de discapacidades, pero a menudo incluyen una necesidad significativa de apoyo en varias áreas de la vida diaria, como la movilidad, la comunicación y el aprendizaje.
- Combinación de varias discapacidades que afectan diferentes áreas del funcionamiento.
- Requiere apoyo constante para actividades diarias debido a la variedad de limitaciones.
- Dificultad para comunicarse y aprender, con necesidades de intervención especial en varias áreas.
La discapacidad múltiple es el resultado de la combinación de dos o más tipos de discapacidades, que pueden tener diversas causas, como problemas genéticos, daño cerebral, trastornos durante el embarazo o complicaciones en el parto.
- Factores genéticos: Condiciones hereditarias que combinan diferentes tipos de discapacidad.
- Complicaciones durante el embarazo: Trastornos que afectan varios sistemas del cuerpo durante el desarrollo fetal.
- Lesiones o enfermedades durante el desarrollo temprano: Accidentes o enfermedades en la infancia que afectan a múltiples áreas del cuerpo y el cerebro.
Las personas con discapacidad múltiple, que presentan más de una discapacidad, pueden tener dificultades variadas en su capacidad para comunicarse. Las soluciones pueden incluir el uso de sistemas de comunicación aumentativa, signos, símbolos, dispositivos electrónicos o cualquier otra forma adaptada según sus necesidades.
- Uso de lenguaje de señas, braille, o dispositivos de comunicación adaptados.
- Métodos de comunicación combinados dependiendo de las habilidades individuales.
- Soporte terapéutico para desarrollar habilidades comunicativas.
Las personas con discapacidad auditiva tienen una capacidad reducida para percibir sonidos, lo que afecta su comunicación verbal y la interacción social. Las características comunes incluyen la necesidad de utilizar ayudas auditivas como audífonos, implantes cocleares, o lenguaje de señas para facilitar la comunicación y la integración en diferentes entornos.
- Pérdida parcial o total de la audición que afecta la comprensión del lenguaje hablado.
- Puede usar lenguaje de señas como su principal forma de comunicación.
- Dependencia de tecnologías como audífonos o implantes cocleares para mejorar la audición.
Las causas de la discapacidad auditiva pueden ser genéticas, como en casos de sordera hereditaria, o adquiridas por infecciones, lesiones en el oído o exposición prolongada a ruidos fuertes. La pérdida auditiva también puede ocurrir debido a complicaciones durante el embarazo o el parto.
- Factores genéticos: Herencia de genes defectuosos que afectan la audición.
- Infecciones durante el embarazo: Enfermedades como la rubéola, que afectan la audición del bebé en el útero.
- Exposición a ruidos fuertes: Exposición prolongada a sonidos de alta intensidad puede causar pérdida auditiva.
La comunicación en personas con discapacidad auditiva depende en gran medida de la lectura labial, los gestos y el uso de la lengua de señas. En algunos casos, las personas con pérdida auditiva pueden usar audífonos o implantes cocleares para mejorar la percepción del sonido, pero la lengua de señas es la forma más común de comunicación entre los individuos de esta comunidad.
- Uso principal de lenguaje de señas.
- Lectura labial y uso de audífonos o implantes cocleares.
- Escritura en papel o dispositivos electrónicos como medio de comunicación.
La discapacidad intelectual puede tener causas genéticas, como síndromes hereditarios (por ejemplo, el síndrome de Down), complicaciones durante el embarazo (infecciones o exposición a sustancias tóxicas) o daño cerebral adquirido durante el parto o en la infancia temprana.
- Factores genéticos: Trastornos hereditarios como el síndrome de Down o el síndrome de X frágil.
- Complicaciones durante el embarazo o el parto: Infecciones o falta de oxígeno en el cerebro durante el nacimiento.
- Exposición a sustancias tóxicas: Uso de drogas, alcohol o medicamentos durante el embarazo que afectan el desarrollo cerebral.
Las causas de la discapacidad visual pueden incluir factores genéticos, enfermedades oculares hereditarias, daño ocular debido a lesiones físicas, infecciones o condiciones como la diabetes, que afectan la visión. En algunos casos, el daño se produce durante el embarazo o el nacimiento.
- Enfermedades genéticas: Trastornos hereditarios como la retinosis pigmentaria o el albinismo.
- Complicaciones durante el embarazo o el parto: Infecciones o malformaciones en el desarrollo ocular.
- Lesiones o enfermedades oculares: Accidente o enfermedad ocular que dañe la vista, como glaucoma o cataratas.
Los trastornos neuromotores afectan la capacidad del cerebro para controlar los movimientos del cuerpo. Las características incluyen debilidad muscular, falta de coordinación, movimientos involuntarios y problemas para realizar actividades motoras complejas. Estos trastornos pueden afectar la postura, el equilibrio y la capacidad para realizar tareas cotidianas sin asistencia.
- Dificultad en el control de los músculos y en los movimientos coordinados.
- Reflejos anormales y tono muscular alterado (puede ser muy rígido o débil).
- Problemas de equilibrio y coordinación que afectan las actividades cotidianas.
Las personas con TEA pueden tener desafíos en la comunicación verbal y no verbal. Algunos pueden usar métodos de comunicación alternativos como imágenes, pictogramas o dispositivos de comunicación asistida, mientras que otros pueden depender de estrategias de apoyo como la terapia del habla o el uso de aplicaciones tecnológicas que faciliten su interacción social.
- Uso de pictogramas, tableros de comunicación o sistemas como PECS (Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes).
- Dispositivos electrónicos con imágenes o aplicaciones de comunicación.
- Comunicación no verbal como gestos y expresiones faciales.
La comunicación de las personas con discapacidad visceral no suele verse afectada directamente por la condición orgánica, pero algunos trastornos que afectan el sistema respiratorio o digestivo pueden influir en la forma en que se expresan, requiriendo dispositivos de asistencia como ventiladores o ayudas para la movilidad, que pueden facilitar la interacción verbal.
- Generalmente no afecta la comunicación verbal, pero las personas pueden usar escritura o tecnología asistiva si es necesario.
- Comunicación verbal, gestos o uso de dispositivos de asistencia si hay limitaciones físicas que interfieran con la voz.
La discapacidad visceral, también conocida como discapacidad orgánica, se refiere a los problemas en el funcionamiento de los órganos internos de una persona, lo que puede afectar su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas con normalidad.
La parálisis cerebral (PC) es un grupo de trastornos neurológicos que causan problemas del movimiento, el equilibrio y la postura. La primera parte del nombre de esta afección, parálisis, significa debilidad o problemas para usar los músculos; mientras que la segunda, cerebral, significa que tiene que ver con el cerebro.
La parálisis cerebral puede variar de leve a grave. El daño cerebral y las discapacidades que provoca son permanentes. Sin embargo, los tratamientos pueden mejorar la vida de las personas que padecen esta afección. Por ejemplo, los tratamientos pueden ayudar a mejorar sus habilidades motoras y su capacidad de comunicarse.
El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación.
Un trastorno neuromotor se refiere a una condición que afecta el control y la coordinación del movimiento debido a disfunciones en el sistema nervioso central o periférico. Estas condiciones pueden incluir parálisis cerebral, espina bífida, distrofia muscular, lesiones de la médula espinal, entre otros.
La discapacidad intelectual (antes conocido como el retraso mental) es un término que se usa cuando una persona tiene ciertas limitaciones en su funcionamiento mental y en destrezas tales como aquéllas de la comunicación, cuidado personal, y destrezas sociales.
La discapacidad visual es la consideración a partir de la disminución total o parcial de la vista. Se mide a través de diversos parámetros, como la capacidad lectora de cerca y de lejos, el campo visual o la agudeza visual.
El término discapacidad múltiple hace referencia a la presencia de dos o más condiciones asociadas, que pueden incluir dificultades físicas, sensoriales, emocionales, mentales o sociales.
La discapacidad auditiva se refiere a la pérdida o anormalidad en la función anatómica y/o fisiológica del sistema auditivo, lo que resulta en una incapacidad.
La discapacidad física es aquella que limita la capacidad de una persona para realizar actividades físicas debido a una alteración o malformación en su sistema musculo-esquelético o en otros componentes del cuerpo.
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