El 14 de septiembre de 2001, un grupo organizado atracó una furgoneta de transporte de valores. A raíz de este hecho, se ordenó el allanamiento de seis inmuebles. Los allanamientos se realizaron en la madrugada del 18 de diciembre de 2001. Durante éstos, las fuerzas policiales utilizaron fuerza desmedida y cometieron actos de violencia y de tortura en contra varias de las víctimas. Asimismo, se allanaron domicilios que no es encontraban incluidos en las órdenes judiciales. Posteriormente, las personas que se encontraban en los domicilios, incluyendo dos niños y un adolescente, fueron llevados a los locales de la Policía Técnica Judicial (en adelante “PTJ”). En estos locales, las víctimas fueron detenidas en celdas que no contaban con condiciones adecuadas, fueron objeto de violencia física y verbal y las mujeres fueron violadas por agentes policiales.