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EL CORAZÓN DELATOR EDGAR ALLAN POE - Coggle Diagram
EL CORAZÓN DELATOR
EDGAR ALLAN POE
Metáfora:
"La enfermedad ha aguzado mis sentidos": Se utiliza "aguzado" para indicar que los sentidos del narrador se han vuelto más agudos o afinados, lo que es una comparación implícita con una herramienta afilada.
"La Muerte... había pasado delante de él con su negra sombra": La Muerte es comparada con una sombra que pasa, simbolizando la cercanía de la muerte sin mencionarla directamente.
"El terror del anciano 'debía' ser indecible": El terror aquí se presenta como algo físico y casi palpable, una forma de personificación que da cuerpo al miedo.
"El corazón... aumentó mi cólera, así como el redoble del tambor sobreexcita el valor del soldado": El latido del corazón se compara con el redoble de un tambor, sugiriendo que la emoción del narrador se intensifica.
"El zumbido se pronunció más": El zumbido se usa como metáfora del creciente estrés o ansiedad del narrador.
Símil
"Mi habitación estaba negra como un pez": Compara la oscuridad de la habitación con un pez, enfatizando la oscuridad total.
"Era un ruido sordo y ahogado que se eleva del fondo de un alma poseída por el espanto": Este símil compara el sonido que produce el terror del anciano con algo que sale del alma poseída por el miedo.
"Tan espesas eran las tinieblas, pues mi hombre había cerrado herméticamente los postigos por temor a los ladrones": Compara la oscuridad de la habitación con algo que cubre completamente el espacio.
"Como si se despertase": Compara el movimiento del anciano con el acto de despertarse.
"Tan poco, tan poco, que casi no era nada": Compara el nivel de apertura de la linterna con la idea de casi nada.
Personificación
:
"La Muerte... había pasado delante de él con su negra sombra": Aquí, la Muerte es personificada como si pudiera caminar y proyectar una sombra.
"El corazón latía con mayor violencia": El corazón parece estar en control de su propio ritmo y está personificado con voluntad propia.
"El silencio de la noche, un silencio tan imponente como el de aquella antigua casa": Se da al silencio características físicas, como si tuviera poder sobre la atmósfera.
"El rumor... me embargaba": Se le da al rumor la capacidad de embargar, es decir, dominar emocionalmente.
"El viento de la chimenea": Personificación del viento, dándole una intención de causar terror.
Aliteración
:
"¡Atención! Ahora veréis con qué sano juicio y con qué calma": La repetición de los sonidos de la "c" crea un ritmo que refuerza la calma que intenta proyectar el narrador.
"Un rumor sordo, ahogado, frecuente": La repetición del sonido "r" y "s" genera una sensación de inquietud.
"¡Oh, con qué cuidado, con qué cuidado!": La repetición del sonido "c" enfatiza la atención meticulosa del narrador.
"Casi no era nada": La repetición del "c" y "n" en el contexto de la frase aumenta la sensación de tensión.
"¡Miserables!": El sonido vibrante de la "s" acentúa el desprecio y la rabia del narrador.
Hipérbole
:
"Soy muy nervioso, horrorosamente nervioso": Se exagera la condición de nerviosismo, buscando dar énfasis a su carácter obsesivo.
"He escuchado todas las cosas del cielo y de la tierra, y no pocas del infierno": Exagera las cosas que el narrador ha escuchado, sugiriendo que su percepción es sobrehumana.
"Me es imposible decir cómo se me ocurrió primeramente la idea; pero una vez concebida, no pude desecharla ni de noche ni de día": El narrador exagera la idea de que la obsesión por su plan es tan fuerte que no puede descansar ni día ni noche.
"El terror del anciano 'debía' ser indecible": Exagera la intensidad del miedo del anciano.
"El corazón iba a estallar": La tensión del narrador se exagera a tal punto que su corazón parece estar al borde de explotar.
Ironía
:
"Nunca había sido tan amable con el viejo como durante la semana que precedió al asesinato": El narrador dice que fue más amable que nunca, mientras que en realidad estaba planeando matarlo.
"Nada debía temer, y recibiendo cortésmente a aquellos caballeros": El narrador está tan confiado en su plan que incluso cuando están investigando el crimen, se muestra relajado.
"Yo sonreí, porque nada debía temer": La ironía aquí radica en que el narrador cree que está fuera de peligro cuando en realidad está a punto de perder el control de su paranoia.
"Los oficiales se presentaban para reconocer el local. Yo sonreí, porque nada debía temer": El narrador se siente seguro, pero está atrapado en su propia mente paranoica.
"¿Sería posible que no oyesen?": El narrador se burla de los oficiales por no escuchar el latido del corazón, mientras él mismo está siendo arrastrado por su propia paranoia.
Onomatopeya
:
"El zumbido": Representa el sonido que el narrador escucha en sus oídos.
"El charnela rechinaba": El sonido de la puerta se convierte en un reflejo de la tensión y el miedo en la escena.
"El alarido": El sonido del grito del anciano refleja su desesperación.
"El latido del corazón": Reproduce el sonido real del latido, que es crucial para el desenlace de la historia.
"Rechinaba": Reproduce el sonido de la silla moviéndose, reflejando la ansiedad del narrador.
Metonimia
:
"El ojo de buitre": El ojo del anciano se representa como el ojo de un buitre, simbolizando la mirada perturbadora que lo obsesiona.
"El latido del corazón": Utiliza el corazón, órgano físico, para representar el miedo y la culpabilidad del narrador.
"El rumor sordo": El sonido del latido del corazón se utiliza para referirse al miedo creciente del narrador.
"La Muerte": La Muerte como entidad se menciona a través de la sombra, representando la inevitabilidad de la misma.
"El cadáver": Utiliza el cuerpo muerto como símbolo de la muerte consumada, que ya ha acabado con el viejo.