Conclusión
El índex para la inclusión es una herramienta que impulsa la transformación de los centros educativos, orientándolos hacia ambientes más equitativos, participativos y comprometidos con la diversidad. A través de la identificación y superación de barreras físicas, culturales e institucionales, así como del uso eficiente de recursos humanos y comunitarios, promueve el desarrollo de culturas, políticas y prácticas inclusivas. Este enfoque valora la diversidad como un recurso enriquecedor, fomenta la colaboración entre los actores educativos y busca garantizar la justicia social y la igualdad. Mediante procesos como la autoevaluación, la planificación estratégica y la mejora continua, se convierte en una guía clave para construir espacios educativos colaborativos e inclusivos para todos.