Las características personales, como la educación en salud, la capacidad de autocuidado y las decisiones individuales sobre estilo de vida, son fundamentales para la prevención y el manejo de enfermedades. Los comportamientos individuales, como la actividad física, la dieta y el manejo del estrés, influyen directamente en la salud física y mental. Para la humanización de la salud, es importante que los profesionales de la salud no solo aborden los síntomas físicos, sino también consideren los factores emocionales, psicológicos y sociales del paciente.