El Index para la Inclusión es una herramienta diseñada para transformar los centros educativos en espacios más inclusivos y equitativos. Propone un enfoque basado en la participación de toda la comunidad educativa, enfocándose en reducir las barreras que dificultan el juego, el aprendizaje y la inclusión de todos los niños. A través de tres dimensiones clave —crear culturas inclusivas, generar políticas inclusivas y desarrollar prácticas inclusivas—, fomenta valores como la equidad, el respeto a la diversidad y la construcción de comunidades colaborativas. El Index permite a los centros realizar autoevaluaciones detalladas para identificar áreas de mejora, movilizar recursos y planificar cambios sostenibles que impacten positivamente tanto en los niños como en los profesionales. Este proceso asegura que las actividades y políticas se alineen con los principios inclusivos, respondiendo a las necesidades y potencialidades de cada niño. Al integrar esta herramienta, los centros no solo eliminan barreras estructurales y culturales, sino que también desarrollan comunidades educativas que celebran la diversidad y promueven la participación activa.