En la zona montañosa del noroeste, desafiando la altura, la escasez de agua, el clima riguroso y los suelos poco fértiles, crecen entre pedregales sólo algunas plantas herbáceas. En los bolsones de las sierras, en el centro de la provincia, se desarrollan arbustos que soportan la sequía, y árboles duros que forman bosques ralos, característicos del monte argentino. Crecen talas, breas, pichanas, variedad de cactáceas y espinillos de troncos retorcidos y ramas espinosas. Pueblan también esta tierra seca bosques de chañares y cardones de gran tamaño en forma de candelabros. En la zona sudeste, sobre suelos arenosos, crecen pastos duros y resistentes, y algunos arbustos, como el olivillo. En los suelos salinos, por su parte, se desarrollan el jume la sampa y el cachiyuyo.