Conforme a la Iglesia católica, la oración es un diálogo entre Dios y los hombres. El hombre ha sido creado para glorificar a Dios mediante la oración, Jesús nos indica la necesidad de orar siempre sabiendo que nuestra Fé debe permanecer firme y tenemos que ser perseverantes en todo momento, la perseverancia expresa una confianza que no se rinde ni se apaga, tenemos que orar confiando todo al corazón del Padre, sin pretender que Dios se amolde a nuestras exigencias, a nuestros modos o a nuestros tiempos