La investigación puede ser muy diversa y variada, pero en líneas generales se rige por la exigencia de una rigurosidad, sistematicidad y objetividad mínimas. Requiere la aplicación de un método que resulte explicable, comprensible y transmisible, y que cuente con el aval de terceros especializados. Caso contrario, el resultado de las investigaciones podrá ser cuestionado o puesto en duda, ya que existen métodos con mayor validez que otros en cada área del conocimiento. Por otro lado, la investigación es siempre voluntaria y activa. Implica una posición interrogativa o reflexiva respecto al mundo, al propio ser y a nuestros semejantes.