Su nombre (hombre hábil, en latín) hace referencia a su capacidad para crear herramientas rudimentarias de piedra.
El desarrollo de esta habilidad marca un hito importante en el proceso evolutivo humano, porque indica, entre otra cosas, la capacidad para tener acceso a más y mejores alimentos. En ese sentido, se sabe que el Homo habilis era carnívoro, pero no cazador, ya que se cree que en esta etapa se alimentaba de restos de animales.