Son parte del conocimiento no científico; el vulgar y el empírico, al vulgar también se le conocen como conocimiento común, de sentido común u ordinario.
El conocimiento vulgar, que proviene del término latino vulgus (pueblo), pertenece al común de los hombres; en él es el sujeto el que conoce algo acerca de un objeto, fenómeno o proceso sin investigar el por qué o las causas que lo producen como tal, tiene un conocimiento parcial, aislado, contingente y superficial de él.
Es decir, está formado por las noticias inmediatas que se tienen de las cosas o la información que se recibe de los mayores.
El conocimiento empírico, que proviene del término empire que significa experiencia; su aceptación radica en la experiencia personal del sujeto y no tanto en una experiencia generalizada, aunque también puede darse este último caso.