En la Declaración de los Principios Básicos de Justicia para las Víctimas de Delito y del Abuso de Poder, la misma que fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1985, se dice que la víctima es:
"La persona, individual o colectiva, que ha sufrido un perjuicio hacía su salud mental, integridad física, que ha sufrido emocionalmente, que ha sufrido una pérdida económica o un deterioro substancial de sus derechos fundamentales por medio de actos u omisiones a las leyes penales".