En la difusión pasiva el fármaco atraviesa la membrana celular a favor de gradiente de concentración, es decir, desde la zona de mayor concentración (lugar de absorción) a la de menor concentración (plasma), sin consumir energía. Para ello, el fármaco debe tener una lipofilia elevada, como en el caso de las formas no ionizadas, dependiendo esta de su pKa y del pH del medio. Por este motivo las moléculas polares o ionizadas no se absorben o lo hacen lentamente. Algunos fármacos que se absorben por difusión pasiva son los siguientes: