Tanto la vía de la reforma (el cambio diseñado “arriba” por técnicos y expertos, para derramarse hacia abajo, ser “apropiado” y “ejecutado” por los educadores, “aterrizar” en la escuela y modificar la cultura escolar y las prácticas pedagógicas) como la vía de la innovación (el cambio surgido “desde abajo”, a partir de la “práctica” y de los actores de base, para recorrer el camino “de lo micro a lo macro” o “del proyecto a la política”, asegurando que la experiencia sea institucionalizada, replicada y “llevada a escala” para poder considerarse “exitosa”), tomada cada una de ellas aisladamente, han mostrado ser ineficaces para cambiar la educación. :