Vómitos
son el medio por el que el tramo alto del tubo digestivo se libra de su contenido cuando una de sus regiones se irrita o distiende en exceso o cuando se halla hiperexcitable. los impulsos motores que, de hecho, provocan el vómito se transmiten desde el centro del vómito por los pares craneales V, VII, IX, X y XII a la parte alta del tubo digestivo, por los nervios vago y simpáticos a la parte inferior y por los nervios raquídeos al diafragma y a los músculos abdominales.
Acto del vómito
1) una inspiración profunda; 2) el ascenso del hueso hioides y de la laringe para mantener abierto el esfínter esofágico superior; 3) el cierre de la glotis para evitar el paso del vómito a los pulmones, y 4) la elevación del paladar blando para cerrar la entrada posterior a las fosas nasales.
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«Zona gatillo» quimiorreceptora del bulbo raquídeo desencadenante del vómito por fármacos o por cinetosis
Náuseas
Su actividad puede deberse a: 1) impulsos irritantes procedentes del tubo digestivo; 2) impulsos originados en el encéfalo posterior asociados a cinetosis, o 3) impulsos procedentes de la corteza cerebral para ocasionar el vómito.
Obstrucción gastrointestinal
Algunas de las causas más comunes de obstrucción son: 1) el cáncer; 2) las constricciones fibrosas secundarias a úlceras o adherencias peritoneales; 3) el espasmo de un segmento intestinal, y 4) la parálisis de un segmento intestinal.
Gases en el tubo digestivo: «flatulencia»
pueden entrar en el tubo digestivo desde tres fuentes: 1) aire deglutido; 2) gases formados como consecuencia de la acción bacteriana, y 3) gases que difunden desde la sangre al tubo digestivo. La cantidad de gases que penetran o se forman en el intestino grueso es de 7 a 10 l diarios, mientras que la cantidad media expulsada por el ano suele ser solo 0,6 l. El resto se absorbe a la sangre a través de la mucosa intestinal y se expulsa por los pulmones.